El presidente más joven en la historia de la Casa de Galicia en Nueva York, Marcos Roel Zúñiga (37 años), es copropietario de Petrabax-PTB Hotels, una de las agencias de viajes con mayor actividad en turismo desde Estados Unidos a España. Con doble sede en la costa este (Nueva York) y en la costa oeste (Los Ángeles), su facturación anual supera los 12 millones de dólares y su crecimiento tanto en cifra de negocio como en el número de turistas transportados aumenta desde 2013 a un ritmo anual del 10%. Desde este año, y a través de un acuerdo suscrito con la Xunta de Galicia para la promoción de servicios turísticos en Estados Unidos, oferta entre sus clientes norteamericanos tours vinculados al Camino de Santiago, a la gastronomía, al vino, a la cultura, a la aventura y al termalismo de esta comunidad. En el ámbito asociativo, estos días Marcos Roel y su junta directiva ultiman los preparativos de una celebración muy especial: el 75 Aniversario de la Casa Galicia en Nueva York, el colectivo gallego más antiguo de Estados Unidos. Su presidente representa a la nueva generación y perfil del empresario de origen gallego: nació en el país de emigración de sus padres y continúa implicado empresarial y asociativamente con Galicia.
Petrabax-PTB Hotels es una agencia mayorista dedicada exclusivamente a la promoción de turismo especializado en la Península Ibérica para clientes norteamericanos. Tenemos una amplia gama de circuitos turísticos propios por toda España, así como viajes privados y a la demanda para grupos e individuales. Nuestro servicio cubre hoteles, visitas locales, guías, alquiler de autos, billetes de tren y más. También somos los representantes oficiales en Estados Unidos de los Paradores de España, de Pousadas de Portugal, de RENFE y de los trenes turísticos de Lujo: el Transcantábrico y el Al Andalus.
La vida profesional y personal de Francisco Prieto Bernárdez siempre ha estado cargada de retos y desafíos. En los años 70 puso rumbo al Reino Unido para trabajar en la hostelería, hasta que los ahorros y una nueva motivación le condujeron hasta Finlandia, en donde se formó como ingeniero de Sistemas e Informática. Tras 23 años en el país nórdico, en el 2000 cruzó el Atlántico para establecerse en Lima y buscar, a orillas del Pacífico, una salida laboral totalmente alejada de las anteriores, esta vez como empresario del sector textil -especializado en la distribución de ropa deportiva- y como consultor de compañías españolas y finlandesas que apuestan por esa región de Latinoamérica.
La influencia marina de su Vilagarcía de Arousa natal y el gen gallego de la emigración han convertido a Francisco Prieto Bernárdez en un trotamundos habituado a los cambios de raíz. Su primer destino en la emigración, en los años setenta, fue todo un clásico: el Reino Unido y la hostelería. Pero a partir de ahí, su trayectoria nunca ha abandonado el guión de la originalidad.
El itinerario de ultramar del empresario ourensano Eliseo Rivero Freire ha sido muy familiar y común al de miles de gallegos. Embarcó desde Vigo hacia Brasil, en donde forjó sus primeros ahorros antes de dar el salto al pequeño país de moda a mediados del siglo pasado, Uruguay. En su capital, Montevideo, fundó una empresa de materiales de construcción que, seis décadas después, mantiene a más de treinta trabajadores en plantilla y que ha diversificado hacia la promoción inmobiliaria y el arrendamiento de naves empresariales. Desde 1988, Eliseo Rivero y su familia no han faltado ni un solo verano a su cita anual y a su retiro de descanso en la comarca de Terras de Celanova repartido entre la propia villa de San Rosendo, Covas do Río (A Merca) y Orga (Celanova). Hoy, con 81 años, recuerda como el mismo día la fecha exacta de los grandes acontecimientos que marcaron su vida.
Nací el 15 de septiembre de 1934 en Covas do Río, parroquia de Zarracós, en el municipio ourensano de A Merca. A los diez años nos trasladamos con mis padres y mis cuatro hermanos para Vilanova dos Infantes. Allí conseguimos lugar como caseros y trabajamos las tierras de don Pepe.
David Sánchez-Tembleque es uno de los ejecutivos gallegos mejor posicionados en el sector financiero mundial. Llegó a Estados Unidos como becario y hoy controla el 60% de su propia gestora, Alsis Funds, encargada entre otras responsabilidades de gestionar inversiones del mayor fondo de pensiones de Estados Unidos, el mítico CalPERS, creado en 1932 por el presidente Franklin Roosevelt entre las medidas de su New Deal para hacer frente a los efectos de la Gran Depresión. De la gestión y de la intuición del experto gallego en finanzas depende la búsqueda de rentabilidad en Latinoamérica a cargo del voluminoso fondo de los empleados públicos de California.
Un viaje cultural y una beca de estudios cambiaron la vida de David Sánchez-Tembleque a principios de los 90. Este licenciado en Económicas por la Universidad de Santiago decidió por aquel entonces inscribirse en los actos conmemorativos del “V Centenario”, que le llevaron a participar en un viaje que recreaba la histórica singladura de Cristóbal Colón.
Así fue como el actual broker David Sánchez-Tembleque hizo su particular descubrimiento de América tras surcar las aguas del Atlántico a bordo de una réplica de la “Santa María”, como joven marino y tripulante. Ya en Estados Unidos, una beca de la Fundación Barrié le permitió proseguir con su formación a través de un MBA en la Tulane University de Nueva Orleans.
El Hotel Brisas del Este, situado a cien metros de Playa Mansa, en la gran plaza turística de Punta del Este (Uruguay), cumplirá en 2017 cincuenta años como establecimiento hotelero de cercanía y de trato familiar en pleno centro neurálgico del turismo de Latinoamérica. Su propietaria es la ourensana Marina Rey Domínguez, que emigró a los 14 años de edad desde Chaus da Limia (municipio de Lobeira, en la comarca de A Baixa Limia). Es la continuadora del negocio familiar abierto por sus padres en 1967. Para la gerencia del hotel cuenta con el apoyo de sus dos hijos, que se reparten funciones para mantener el establecimiento entre la competida oferta de Punta del Este.
Cuando Marina Rey Domínguez y su madre cruzaron el Océano Atlántico para sumarse a la emigración, su padre ya llevaba varios años establecido en Buenos Aires, como empleado de hostelería. Y dos de sus tíos también habían emigrado previamente a Brasil y a Cuba.
Todos dejaban atrás sus raíces y sus recuerdos vividos en la comarca de A Baixa Limia, al pie del Parque Natural de O Xurés y muy cerca de las antiguas fronteras con Portugal (Portela do Home, A Madalena y A Meixueira). La familia Rey Domínguez es originaria de Chaus da Limia, localidad del municipio de Lobeira que a comienzos del siglo pasado había tenido esplendor por su proximidad a pueblos de tradición en el comercio transfronterizo, como Porto-Quintela, y posteriormente, a mediados de siglo, por el movimiento de trabajadores que se generó durante la construcción del embalse de As Conchas.
Los orígenes familiares de José Manuel Escalante están en el municipio de O Carballiño, en concreto en el pueblo de A Veiga (parroquia de Ponte Veiga), el lugar de partida de su madre en la emigración rumbo a Venezuela a mediados de los cincuenta. El actual propietario de Landmerk nació en Caracas y, tras completar sus estudios en España y en el Reino Unido, y vivir una primera experiencia profesional en el sector de los seguros, se incorporó como gestor de la empresa familiar dedicada a la remodelación de locales comerciales. Sin embargo, las sucesivas crisis financieras y políticas de Venezuela le forzaron a “empezar de cero en la emigración”, a cambiar de país y a buscar una nueva oportunidad profesional en Estados Unidos.
El negocio familiar de José Manuel Escalante en Venezuela tenía en su cartera de clientes a multinacionales como Gillette, Laboratorios Glaxo y Oracle, y a líderes nacionales como el Banco Unión y Mercantil Banco Universal. La empresa, fundada en 1986, se encargaba de acompañar a estas grandes corporaciones en el despliegue de la red comercial. Era la firma de confianza para acondicionar las oficinas de agencias bancarias y las sedes de compañías petroleras y de multinaciones extranjeras radicadas en Venezuela cada vez que se producía una nueva apertura en diferentes zonas del país, y especialmente en el área de Caracas.
Ha sido luchador profesional, actor y especialista de cine, instructor de las fuerzas de seguridad, odontólogo, productor cárnico, empresario del sector del ocio... Ha vivido en Venezuela y Colombia, y por contratos temporales como deportista de élite en numerosos países de Latinoamérica y Europa. Ha compartido amistad con presidentes de Gobierno, con ministros, con empresarios de primer nivel, con grandes fortunas... La vida del ourensano Antonio Iglesias Gómez siempre ha estado repleta de acción, desde sus primeros tiempos en Penalva, la localidad de la Ribeira Sacra desde la que emigró a finales de los años cincuenta rumbo a Venezuela.
Las terrazas y laderas del Cañón del Sil convirtieron las condiciones físicas de Antonio Iglesias en su herramienta de trabajo más preciada y en su ventaja competitiva frente a deportistas rivales de los cinco continentes. Entre los años sesenta y ochenta, su popularidad fue tan continuada como sus éxitos sobre el ring, especialmente en Latinoamérica y en Europa.
Su palmarés incluye la conquista de los títulos de campeón de España, de Europa, de Centroamérica, del Caribe y del Mundo, así como todo tipo de galardones y distinciones, como el cinturón de Luchador de Oro, el cinturón de Bogotá y la máscara del Halcón de Oro. Su extenuante carrera, con frecuentes cambios de país y continente, y con calendarios de hasta cuatro enfrentamientos por semana, no le impidió desarrollar a la vez una intensa actividad empresarial. El golpe de estado que interrumpió el mandato del presidente Marcos Pérez Jiménez en Venezuela cambió su país de destino en la emigración, que pasó a ser Colombia, su lugar de residencia desde 1962.
Los hermanos Amando, Aurelio y José Carreiro Doval, originarios del municipio ourensano de Boborás (comarca de Carballiño), tienen en propiedad y gestionan en Panamá un grupo turístico formado por siete hoteles -entre ellos el Costa Inn y el Bella Vista, en la capital- y por el turoperador Viajes Florencia Tours. Sus empresas dan empleo a 25 gallegos establecidos en el país. Los clientes del grupo familiar Carreiro Doval proceden mayoritariamente de Brasil, Argentina, México y Estados Unidos.
La constante adaptación define los más de 40 años de trayectoria del grupo familiar Carreiro Doval dentro del sector turístico de Panamá. A la inestabilidad de muchos de los países de procedencia de la clientela principal de sus empresas se ha unido en las últimas décadas el flujo inversor de grandes grupos hoteleros norteamericanos y españoles, con los que compiten gracias al gran conocimiento del mercado y de las claves turísticas de Panamá.
Está situado en Ocean Park, junto a la mejor playa de San Juan, es uno de los grandes referentes gastronómicos de Puerto Rico, recibe una media diaria de 700 clientes por la semana y de mil en fin de semana, y por supuesto sus propietarios son gallegos. Uno de ellos es su administrador, Jesús Herbón Paradela, que emigró desde Baralla (Lugo) en 1985. Hace cuatro años, en junio de 2011, su popularidad tocó techo por servirle en su local un almuerzo (dos croquetas y un sándwich mixto) al presidente estadounidense Barack Obama.
El restaurante Kasalta ya tenía el afecto y el aprecio de la sociedad portorriqueña antes de ganarse la confianza de Barack Obama durante un viaje presidencial a la isla en 2011. Pero ese día su popularidad cruzó fronteras, al igual que la del lucense Jesús Herbón, después de servirle al presidente de Estados Unidos un almuerzo de “dos croquetas con receta gallega y un sandwich de jamón y queso”, recuerda.
El grupo Saleta, con sede en Santiago de Veraguas (Panamá), pasó directamente de la primera a la tercera generación. Su fundador, Jaime García, emigró en 1968 desde Astureses (O Carballiño). Después de seis años en el país trabajando como comercial de una mueblería abierta por otros emigrantes gallegos, decidió crear su propia empresa, Mueblería y Joyería Saleta, que en 1984 adoptó su actual razón social, Inversiones Saleta. En 2012, le llegó el relevo en la gestión a través de su nieto, Miguel Adán, y de su nieta política, Rocío Iglesias, que cambiaron sus empleos en la sede administrativa de dos importantes constructoras con actividad en Galicia por la oportunidad de ponerse al frente del negocio familiar situado a 8.000 kilómetros de Ourense.
Hablar de mueblerías en Panamá es hablar de empresas y empresarios gallegos. O para mayor precisión, de empresarios de la comarca ourensana de Carballiño. La asamblea de la Asociación Nacional de Mueblerías podría celebrarse perfectamente en agosto en la Festa do Pulpo, en pleno Parque Municipal de O Carballiño. Y no faltaría quórum, porque de los más de cien integrantes de esa asociación sectorial panameña, el 80% son originarios de la comarca carballiñesa.
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