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CAMINO LAMAS MONJE - DINAMARCA

Arquitecta y site manager en Siemens Gamesa

“Soy la primera supervisora de montaje en la historia de la región NEME y DEU en Siemens Gamesa; es un trabajo desafiante y un gran reto para mí en todos los sentidos”

Texto: Javier de Francisco ©

La primera mujer en liderar –como supervisora de montaje- el proyecto de instalación de un parque eólico en toda la región NEME (Norte de Europa y Oriente Medio) y DEU (Alemania) de Siemens Gamesa es una joven gallega, de Sada (A Coruña), con gran proyección profesional y una brillante trayectoria en liderazgo y tecnificación. Camino Lamas Monje es arquitecta, formada en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de A Coruña. Se inició en su sector en 2017 en un estudio de Abegondo y su segunda experiencia laboral ya buscó el horizonte internacional, participando en el diseño preliminar de edificios residenciales para una firma de Venecia. Regresó a Galicia, en donde permaneció dos años como arquitecta junior, hasta su breve incorporación en 2021 al Grupo Index, en Madrid, en el que comenzó a familiarizarse con el control de obra. Sólo cuatro meses después, dio el salto a Coyde Group, que le confió la gestión de proyectos en Finlandia, entre ellos nada menos que una gran obra pública, el nuevo hospital de Tammisairaala, en Meilahti, en el centro de Helsinki.

En 2022, Camino Lamas optó por conectar su carrera profesional con el pujante sector eólico. Su formación, su experiencia en dirección de obra y su capacidad de liderazgo llamaron la atención de Siemens Gamesa. Acaba de convertirse en la primera supervisora de montaje en uno de los grandes focos mundiales de la actividad eólica de Siemens Gamesa, liderando el proyecto de instalación del Parque Schenklengsfeld, en el centro de Alemania. Y ya tiene próximo destino para seguir creciendo y consolidando su categoría de site manager: un parque eólico de la propia multinacional en Escocia. La arquitecta de A Coruña, con origen familiar en Lugo y León, recuerda que “la existencia de mujeres en obra es excepcional y, aún más excepcional es encontrarlas en cargos de responsabilidad. En mi generación hay una falta de referentes femeninos en general y, en el sector eólico, aún más”, asegura.

 

¿Sientes que has cumplido un sueño con tu cargo actual de supervisora de montaje en el sector eólico, y además en el país de origen y referencia de la generación de energías renovables (Dinamarca) y formando parte del grupo Siemens Gamesa?

¿Sinceramente? La verdad es que nunca había soñado con este puesto. Esta es una opción profesional que tan solo hace unos años, ni si quiera sabía que existía. Si me preguntas si es un sueño para mí trabajar para una multinacional como en la que estoy y en mi puesto actual, te diría que sí, aunque también admito que puede ser una visión sesgada por mi edad y las inquietudes profesionales que tengo actualmente. En mi opinión, las oportunidades de crecimiento profesional en grandes empresas son mayores y más diversas que en empresas familiares o pequeñas. Por otra parte, trabajar para una empresa referente en el sector como lo es Siemens Gamesa, es una satisfacción y orgullo mayor. Pienso que todavía no he cumplido mi sueño... Siempre quise ser futbolista profesional y, bueno, quizá este sueño sea un poco difícil de conseguir en estos momentos... pero ¡nada es imposible!

Supervisión de la instalación del refuerzo de acero para una zapata (Mutkalampi, Finlandia)

¿Es excepcional, incluso en Escandinavia, que una mujer ejerza como supervisora de montaje? ¿También ahí el eólico y la industria son sectores con minoría de mujeres?

¿Cómo te quedas si te digo que soy la primera supervisora de montaje en la historia de la región NEME (North Europe & Middle East) y DEU (Deutschland) en Siemens Gamesa? Supongo que igual de sorprendido que yo cuando se lo escuché a nuestra manager en mi primer día de trabajo. No era consciente de ello, pero tampoco influyó en mí. Creo que desde España se idealiza a los países nórdicos en este tema y, la verdad es que también existen carencias. No es un problema asociado sólo a España, es un problema global. La existencia de mujeres en obra es excepcional y, aún más excepcional es encontrarlas en cargos de responsabilidad. En mi generación hay una falta de referentes femeninos en general y, en el sector eólico, aún más

¿Cómo se llama el parque cuyo desarrollo estás liderando y qué características tiene?

Desde septiembre, trabajo en un parque localizado en el centro de Alemania, en la localidad de Schenklengsfeld que es la que da nombre al proyecto. El parque consta de 4 máquinas de una altura de 165 metros. La estructura de torre es híbrida, lo que significa que los primeros 90 metros de altura son de hormigón y los 75 metros restantes están compuestos de tres tramos de acero. La plataforma es SG5X y cada turbina tiene una capacidad de producción de 6.0 MW.

Los componentes se elaboran en diferentes plantas de producción europeas: secciones de acero en Alemania; Nacelles, DT y HUB en España; y las palas en Portugal. Este proyecto es desafiante en todos los sentidos. Un reto para mí. Es mi primer proyecto como única supervisora de instalación. Desde enero ya estoy cubriendo la posición de site manager, un gran paso en mi carrera y una muestra de confianza en mi trabajo por parte de mis managers, algo que aprecio, agradezco y asumo con responsabilidad.

Hormigonado simultáneo con dos bombas (Hospital de Tammisairaala, Helsinki)

¿Hay más participación gallega en ese proyecto, ya sea a través de otros profesionales o de la aportación de proveedores y empresas con sede en Galicia?

Si. En mi equipo de Siemens Gamesa y formando parte del proyecto hay varios gallegos. El director financiero, un técnico de puesta en marcha, un inspector de calidad de producto... Trabajando de forma externa también son gallegos el jefe de obra de la subcontrata, el operario de grúa y uno de los técnicos de montaje.

Tras la fusión de Siemens con Gamesa, muchos de los proveedores con los que trabajamos actualmente son españoles, aunque no con sede en Galicia. Durante mis proyectos en Dinamarca y Suecia sí que he tenido la oportunidad de trabajar con empresas gallegas como Coverwind o Wind1000, que cuentan con grandes profesionales.

En la grúa principal del hospital, desde la que se tenía una visión 360* de la ciudad de Helsinki (Hospital de Tammisairaala, Helsinki)

¿Ya te han asignado tu siguiente desarrollo eólico? ¿En qué país será? ¿Tu preferencia es continuar en Escandinavia?

A mediados de marzo empezaré un nuevo proyecto en Escocia y seguiré como site manager para continuar mi evaluación en este puesto. Los países del norte son increíbles y una experiencia de vida que recomiendo a todo el mundo. Tanto la sociedad como la filosofía laboral que tienen son extraordinarias. Al principio es un poco frustrante y cuesta llegar a ese nivel de paz e "easy going" con el que llevan a cabo sus actividades tanto cotidianas como laborales, pero una vez que te adaptas a ese estilo de vida, es increíble. Cuando trabajas con ellos, sientes que la prioridad eres tú y tu bienestar, luego la empresa, sin discusión.

Por ejemplo, el año pasado un familiar pasó por una situación médica complicada y llamé a mi manager para preguntarle cómo eran los trámites para ampliar mis días en casa y si tenía derecho a ello porque no era un familiar de primer grado; lo que me contestaron fue maravilloso: no te preocupes por eso ahora mismo, cógete los días que necesites y ya lo resolveremos cuando vuelvas.

Ahora bien, estos países tienen sus contras y después de haber trabajado en varios de ellos en la península escandinava he de admitir que los inviernos se hacen largos y duros. Al ser un puesto de obra, pasamos gran parte del día en el exterior enfrentando temperaturas de -20 grados y solamente 2 horas de luz al día, una especie de cielo grisáceo lo cubre todo. Ver el sol se convierte en una anécdota y la nieve, una vez que pasa la novedad, ¡¡una broma que dura hasta seis meses en alguno de ellos!! También he de admitir que si no me gustase ya habría regresado. Estos países tienen algo que engancha.

Selfie desde la grúa del hospital

¿Ha sido un cambio muy grande, en el ámbito profesional y personal, pasar de jefa de obra en Coyde Group, en Finlandia, a líder de proyecto en la región danesa de Midtjylland?

Son etapas profesionales muy diferentes que me han aportado experiencias difícilmente comparables. En Coyde Group confiaron en mí, me dieron responsabilidades y la oportunidad de desarrollarme en la gestión de proyectos. Al principio proyectos pequeños y al final una obra pública grande, el hospital de Tammisairaala en el centro de Helsinki.

Siemens Gamesa llegó en el momento adecuado, tanto profesional como personal. No fue fácil entrar y mucho menos pasar las entrevistas, ya que yo llegaba desde un sector totalmente distinto al de la industria eólica. Una vez dentro, tampoco fue sencillo. Mi formación como arquitecta no era suficiente por lo que, la carencia de conocimiento en el sector eólico la compensaba (y compenso) estudiando los manuales, leyendo las distintas estrategias de montaje y, sobre todo, absorbiendo los conocimientos de compañeros con mucha más experiencia que yo. A todo esto, hay que sumar la formación inicial y los cursos realizados durante las primeras semanas, antes de iniciar mi nueva etapa profesional. Fueron unos meses intensos, duros y extenuantes; pero tuve la suerte de coincidir con un equipo excepcional que me ayudó y me hizo perder “la vergüenza a preguntar” animándome a hacerlo. Jamás me hicieron sentir mal. Creo que lo más importante es ser humilde, aceptar que estás fuera de tu zona de confort y aprender, siempre aprender.

Turbina SG5X durante el amanecer (Suecia)

En anteriores etapas profesionales, en España, Italia y también en Finlandia, participaste en una variada tipología de obra, desde edificios residenciales y viviendas de diseño hasta hospitales. Y ahora tu especialización son los parques eólicos. ¿En qué tipo de construcción te encuentras más cómoda?

Me encuentro más cómoda en edificación, al fin y al cabo, yo soy arquitecta y he estudiado y formado para ello. Dicho esto, es en mi posición actual donde realmente he madurado y me he desarrollado profesionalmente. No porque sea la que más me guste, sino porque es en la que más respetada y apoyada me he encontrado.

En Dinamarca, o al menos en mi actual empresa, no hay rangos visibles y las jerarquías son amables. Por ejemplo, a principios de año cambiaron a mi manager, persona ante la que debo responder, y el mismo día tenía una llamada del máximo responsable de la región preguntándome si el cambio me parecía bueno y si creía que era adecuado para el equipo. Compartir este tipo de decisiones no lo había vivido anteriormente; te hace sentir parte de un equipo.

Otro aspecto que me parece muy interesante es que, aunque existen los RRHH, los que contratan son los propios managers ya que actúan como personal de contratación y analizan si tu perfil podría encajar con el resto del equipo. Me parece un razonamiento sensato que realmente funciona. Aunque los CV y las titulaciones son importantes, también es cierto que hay personas con expedientes brillantes a los que les cuesta trabajar en equipo y que no son válidos para ciertos trabajos.

Pienso que en España hay un concepto de empresa y de cómo gestionar a los trabajadores que no comparto a día de hoy. No se puede generalizar, sé que hay empresas con dinámicas mucho más actualizadas, pero en mi opinión hay un exceso de jerarquía que hace muy difícil el acceso a ciertas posiciones.

Instalación de la última pala (Suecia)

¿Ha sido sencilla tu adaptación al mercado laboral y a la sociedad de Finlandia y Dinamarca?

Yo diría que sí, al fin y al cabo, soy una persona que se adapta rápido a este tipo de cambios. Finlandia lo elegí yo, pero los demás países en los que he pasado temporadas por trabajo son los que "me han tocado". Por supuesto, siempre hay que adaptarse a las dinámicas de trabajo propias de cada país y entender como enfocan determinados procesos que, quizá siendo española no afrontaría de la misma manera.

¿Cuáles son tus primeras opciones de ocio cuando llega la hora de desconectar del trabajo y durante los fines de semana o vacaciones?

Yo trabajo por rotaciones, esto significa que trabajo 3 semanas y descanso 1 semana. Durante estas tres semanas hago un total de 60 horas a la semana repartidas en 6 días. Para compensar esa sobrecarga de trabajo y horas, debo descansar una semana para poder cumplir con las horas marcadas por ley: 37,5 horas semanales.

Esto se traduce en que durante 3 semanas estoy centrada completamente en el trabajo descansando sólo los domingos en los que aprovecho para limpiar rapidito la casa, pasear, conocer ciudades cercanas, leer o tomar un café. La semana que libro, siempre vuelvo a casa para ver a mi familia y amigos. En cuanto a mis vacaciones, siempre intento tener al menos un viaje interesante. El año pasado hice una ruta en coche desde Dinamarca hasta A Coruña y también tuve tiempo de disfrutar y reencontrarme en México con mis amigos de la universidad, de cuando estudié allí. Además, me gusta cogerme dos semanas en Navidad para disfrutar en mi familia.

Selfie en Test Center Høvsøre (Dinamarca)

¿Piensas de vez en cuando en un posible retorno a España o lo ves muy lejano?

Si, creo que todos pensamos en volver en algún momento, aunque también tendemos a idealizar esa vuelta y siempre desde una cierta nostalgia. Por ahora no pienso en volver a España, me siento bien con mi trabajo actual y con el estilo de vida que llevo. Quizá pienso más en cómo enfocar mi carrera de cara al futuro, en cuáles podrían ser mis siguientes pasos para trabajar desde una posición basada en oficina, que me permita teletrabajar combinándolo con los viajes de supervisión de las obras. Si, eso me gustaría y me permitiría una mejor conciliación.  

En Galicia hay cierta esperanza de que la eólica marina ayude a impulsar el sector industrial y a recuperar la propia generación de energías renovables. ¿Compartes esta visión?

Todo lo que sea invertir en industria dentro de nuestro país y, sobre todo dentro de nuestra comunidad, me parece una buena opción. Hay que empezar a dejar atrás esa visión que en el extranjero se tiene sobre España como un país volcado por y para el turismo. Tenemos que crear un tejido industrial y unas redes tecnológicas que permitan el desarrollo autonómico, la evolución de la economía gallega como transición generacional y que, a su vez, atraigan inversores nacionales e internacionales.

La sociedad gallega es, por tradición, conservadora y, en líneas generales, muy envejecida. Una gran parte de nuestra economía se basa en recursos propios, orientados de forma continuista, por lo que los cambios, más si tienden a cambiar la fuerza económica de la comunidad, asustan y desconciertan.  Galicia debe convertirse en la primera opción para nosotros mismos y, por supuesto, me gustaría contribuir.

En todas las viviendas Finlandesas hay una sauna

¿De qué zona de la Comunidad eres? ¿Añoras mucho tus buenos años en la ciudad de A Coruña?

Nací en Lugo por lo que soy de sangre gallega, pero costumbres castellanas, aunque a mí me gusta decir que soy de Sada. Probablemente si preguntas a mis amigas dirán, a pesar de haber ido al colegio en Sada desde los 3 años y haber vivido allí más años que alguna de ellas, que soy la “venidera” o la de León, lo que resulta gracioso. Al terminar el instituto ellas salieron a estudiar fuera. Yo estudié la totalidad de mi carrera en A Coruña, creé nuevas amistades, muchas de ellas de fuera de A Coruña y otras muchas en la misma situación que yo, por lo que ese sentimiento de “abandono” nos ha mantenido unidos hasta el día de hoy. Muy pocos son los que se han quedado en la ciudad, pero todos los años procuramos juntarnos y ponernos al día.

Selfie en SG5X (Alemania)

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