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Ingeniero industrial y delegado de la constructora gallega Extraco en Perú

“Construir una carretera a 3.500 metros de altitud merma rendimientos de maquinaria, ralentiza avances y condiciona todo”

Si el deporte es el reflejo de la personalidad, en el caso del ingeniero ourensano Óscar Ribao es también el espejo de sus mejores características en el mundo laboral. En el fútbol base era constante, imaginativo y con carácter, las mismas virtudes que le han permitido hacer carrera en un sector tan selectivo como el de la obra pública. Antes de estudiar Ingeniería Industrial en Béjar (Salamanca), Óscar Ribao forjó su personalidad devorando horas de estudio y entrenamientos en su ciudad, Ourense, primero en A Carballeira y después en la zona del Posío. En la constructora Extraco ha pasado por casi todos los niveles de formación y proyección: departamento de compras, jefe de producción, jefe de obras y actualmente delegado internacional en Perú. Lleva dos años en el país andino, tiempo suficiente para asumir retos tan complicados como la construcción de puentes en la Selva Amazónica o el despliegue de carreteras y variantes. Pero más allá de los retornos económicos, se queda con la contribución social: “ Hacer un colegio para 20 alumnos en una zona de sierra a seis horas en todoterreno de Cuzco, por un importe aproximado de 500.000 euros, tiene la misma importancia que una carretera de 22 millones de euros de presupuesto”, asegura. Como gallego e hijo de emigrantes, Óscar Ribao ha puesto fecha de caducidad a su etapa profesional lejos de España: “A más tardar en junio, si todo va bien, regresaré a Extraco en España. Siempre que he tenido oportunidad de estar fuera de Galicia, he tenido muy claro que debería tener una caducidad próxima (quizás por eso no me considero emigrante, entiéndase bien, porque ser emigrante es realmente duro, no sabes cuándo puedes volver a tu casa, y ese sufrimiento solo lo sabe el que lo pasa)... Tengo muy claro en mi cabeza que soy gallego, que me encanta Galicia, su gente, sus tierras... Y es Galicia la que me gustaría que se asociara en mi mente con los momentos importantes de mi vida”, relata en la entrevista que ha concedido desde Lima a Galiciaexterior.com.

Texto: Javier de Francisco ©

Directora del Instituto Oncológico MD Anderson Cooper en el Hospital Universitario Cooper, en Camden (New Jersey)

“De lo que estoy más orgullosa es del cuidado que he dado a muchos pacientes y del efecto que he tenido en sus vidas y en las de sus familiares”

Emigración en plena infancia y en tiempos muy duros (década de los sesenta), adaptación al nuevo país (con cambio de continente, de idioma, de cultura, de costumbres...), formación académica en una lengua no materna, elección de una profesión científica y plenitud de éxito profesional, personal y familiar. Así se escribe el guión vital de la doctora Generosa Graña “Jenny”, actual directora del Instituto Oncológico MD Anderson Cooper en el Hospital Universitario Cooper, en Camden (New Jersey), y prestigiosa y premiada investigadora en hematología y oncología. Todo un ejemplo de motivación y de inspiración, a uno y otro lado del Atlántico.

En vísperas de su décimo cumpleaños, en 1969, puso rumbo a Gary (Indiana) en compañía de su madre -para el reagrupamiento familiar con su padre, emigrado unos meses antes- desde Vilariño de San Xés, en el municipio ourensano de Lobeira. “Llevamos con nosotras todo lo que se puede meter en cuatro maletas; el resto de nuestra vida se quedó en la casa de Vilariño. Ninguno de nosotros hablaba una palabra de inglés y no conocíamos nada de la cultura. La emigración fue difícil, aunque mucho más para mis padres que para mí”, recuerda. Con ese largo viaje truncaba recuerdos y vivencias en uno de los parajes más espectaculares de A Baixa Limia, pero iniciaba una vida repleta de oportunidades para activar su talento científico. Los ahorros logrados por su padre como empleado de una fábrica de acero y por su madre como costurera en una planta textil le permitieron cursar estudios de Ciencias en la Universidad de Notre Dame, en South Bend, Indiana, y de Medicina en la Universidad de Northwestern, en Chicago.

En su carrera profesional dedicada a la investigación y entregada a sus pacientes, cosechó numerosos premios, entre ellos el Community Health Crystal Award de la multinacional Johnson & Johnson, el Silver Chalice Award de la Sociedad Americana contra el Cáncer y el Best Doctors Award de Philadelphia Magazine. Pero de todas las satisfacciones de la profesión, se queda con el cuidado de los pacientes de oncología y con el brillante trabajo realizado con las comunidades hispanas de Philadelphia y de New Jersey. Por otra parte, nunca descuidó su conexión con Galicia y ha sabido transmitir a su marido, Bill, y a sus tres hijos, Stephanie, Bill y Chris, la pasión que siente por su tierra de origen. Su rincón preferido en el mundo es un “poldrado” (pequeño puente de piedra) sobre el río Fragoso, situado al fondo de su pueblo. Es la mítica construcción granítica, conocida como Groício, que separa Vilariño de San Xés de Lobeira. La trascendencia que siempre ha tenido A Baixa Limia en la doctora Graña se resume en una anécdota muy familiar: “Mi sitio favorito es la orilla del río de Barxa. Allí puedo pasar horas. Mi marido se ríe porque al pasar los años he traído (a Estados Unidos) piedras pequeñas que me recuerdan el río y las tengo por todos lados en mi casa”.

 

 

Tras una larga etapa -doce años- como jefa de la división de Hematología y Oncología Clínica del Hospital Universitario Cooper, la doctora ourensana finalizó en 2016 esa responsabilidad científica para centrarse en la dirección del Instituto Oncológico MD Anderson Cooper, en el propio Hospital de Camden (New Jersey), cargo que ejerce desde hace siete años.

Texto: Javier de Francisco ©

 

Ingeniero, empresario y ex coordinador del departamento de ingeniería en el Ministerio de Industria y Comercio de Costa Rica

Tubocobre genera 40 empleos y factura 10 millones como líder nacional en la distribución de tuberías y accesorios

La mayor empresa costarricense de distribución de tuberías y accesorios de cobre pertenece al empresario compostelano Ramón Banet, uno de los grandes referentes de la emigración gallega en el país centroamericano. Ha sido uno de los presidentes más activos del Lar Gallego de Costa Rica y de la Casa de España. De su largo periplo en América, primero en el sector público y desde 1981 en la empresa privada -como fundador y CEO de Tubocobre-, comenta que “encontré en Costa Rica trabajo por dos años, con la idea de regresar a Galicia, y llevo casi toda la vida en este país tan agradable, bonito y en el que se vive relativamente bien”. Su empresa tiene una facturación anual cercana a los 10 millones de dólares y genera 40 empleos directos. Su sede se encuentra en el Condominio Industrial Pavas, en San José de Costa Rica. Es el mayor especialista local en suministros de productos para el control de fluidos y abarca mercados internacionales de la región, como Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Panamá. La compañía, que está especializada en conducciones de fluidos (gas, agua y vapor), suministra productos a la industria, a la construcción y a las empresas estatales. Cubre desde las grandes infraestructuras e instalaciones industriales hasta la edificación residencial.

Texto: Javier de Francisco ©

Propietario de uno de los referentes mexicanos, desde 1970, en la fabricación de colchones en sus gamas para hogar, hospitales y hoteles

Colchones Carreiro produce una media de mil unidades al día en su planta de Ciudad de México, que tiene 180 empleados

Uno de los referentes en la fabricación de colchones en México es una empresa de origen gallego que está a punto de cumplir el medio siglo de exitosa trayectoria. En su planta situada a escasa distancia de la capital del país, en la zona industrial de Ecatepec de Morelos, en el Estado de México, produce una media superior al millar de unidades por día. Su actividad genera 150 empleos directos y 30 indirectos. Colchones Carreiro sobrepasa los 20 millones de euros de facturación anual. La distribución comercial cubre la totalidad del país e incluye además la exportación a otros mercados de Latinoamérica y El Caribe. Entre sus clientes de empresa destacan las cadenas hoteleras españolas Meliá, Barceló y Riu. El impulsor de la fábrica fue el empresario Rogelio Carreiro, originario de Feás, en el municipio ourensano de Boborás, perteneciente a la comarca de Carballiño. Aunque solo permaneció seis años en la sociedad, su apellido sigue dando nombre a la empresa y a la marca comercial. Colchones Carreiro fue adquirida en 1976 por un inversor de Avión. Sus descendientes conservan, en segunda generación, la propiedad y la gestión empresarial, en plena etapa de crecimiento y expansión del plan de negocio.

Texto: Javier de Francisco ©

 

Empresario del sector de la hostelería, fundador del grupo de restaurantes El 10

Grupo El 10, la combinación de cocina española y argentina que triunfa en Perú

El empresario coruñés Marcos Contreras es uno de los referentes de la cocina de autor en Perú, país en el que se estableció en el año 2005. Grupo El 10 está formado por tres restaurantes en la capital, Lima. Facturan más de 2,5 millones de euros y generan 65 empleos. A punto de cumplir los 45 años de edad, su fundador resume las razones que le han llevado a Perú y el origen familiar de su vocación por los fogones: “El motivo que me llevó a salir de Galicia y a establecerme en este país... Hmmmmm, mi mujer. En Galicia trabajé muy poco, pero de lo poco que hice allí fue en La Estrella Galicia, en el local de Los Arenales, en La Coruña. La idea de dedicarme a los restaurantes fue culpa de mi madre, ya que cocina como los dioses y desde los 19 años yo no me dedico a otra cosa que no sea cocinar”, recuerda.

Texto: Javier de Francisco ©

Empresaria del sector lácteo en el departamento de Colonia

Granja Pocha Colonial triunfa en Uruguay con un modelo de negocio inspirado en el origen gallego de sus fundadores

En Juan Lacaze, en el departamento uruguayo de Colonia, se asienta la denominada cuenca lechera del Río de la Plata. Y en ella, una de las empresas más ligada a la calidad de sus productos tiene origen gallego y se inspira en las plantas lácteas más tradicionales de Galicia. Granja Pocha Colonial es el proyecto empresarial de la emprendedora Susy Dolores Trigo Antelo, hija de emigrantes gallegos procedentes de la parroquia de San Martiño de Oca, que pertenece al municipio de Coristanco, en la comarca coruñesa de Bergantiños. Junto a su esposo, Edgardo Villanueva, y a sus dos hijos, gestiona una industria que procesa más de 25 millones de litros de leche al año y que elabora quesos, dulce de leche, yogur, helados, bebidas, cremas y pastelería industrial. La facturación supera los 15 millones de euros y la planta genera más de 150 empleos. Con una gran consolidación en el mercado uruguayo y con una creciente actividad exportadora, las instalaciones de Granja Pocha Colonial fueron remodeladas en 2013 y ya han necesitado una nueva ampliación en 2017, tras invertir 1,8 millones de euros. El complejo ha incorporado otros 3.000 metros cuadrados de superficie, lo que ha permitido elevar la capacidad de procesado de leche a 200.000 litros por día.

Texto: Javier de Francisco ©

Propietario de los restaurantes El Palenque, de Montevideo y Punta del Este, y de los hoteles Don Boutique Hotel y próximamente del cinco estrellas El Palenque

Grupo Portela invierte 10,5 millones de euros en un hotel de lujo en Punta del Este, con suministros desde Galicia

A punto de cumplir 60 años en el país, el empresario gallego Emilio González Portela prepara su inauguración más esperada. El proyecto de su vida comenzó a tomar cuerpo hace cuatro años, con el inicio de las obras del hotel más vanguardista y atrevido de Uruguay, y después de algunos contratiempos con la financiación vive ya su particular cuenta atrás. Tanto que el empresario originario de Tomiño (Pontevedra) desea hacer coincidir su cumpleaños, a comienzos de diciembre, con el estreno del majestuoso cinco estrellas El Palenque, ubicado en Punta del Este (en la Avenida Roosevelt, el boulevard que atraviesa el Balneario). Tendrá 64 habitaciones, apartamentos de 40 a 100 metros cuadrados de superficie y en la planta superior suites de 100 metros cuadrados con piscina privada. El establecimiento recibe el nombre de los dos prestigiosos restaurantes que posee el grupo familiar Portela, el más veterano en Montevideo y el más reciente (aunque ya con 15 años de recorrido) en Punta del Este, a muy pocos metros del nuevo hotel en construcción. Además, Emilio Portela abrió en 2011 el único hotel art déco náutico de la capital uruguaya, tras restaurar un edificio de tres plantas en el Mercado del Puerto. Su grupo de empresas factura 6 millones de dólares al año. A partir de 2018, con la aportación del Hotel El Palenque espera aproximarse a los 10 millones. Actualmente, la plantilla conjunta de los tres negocios en funcionamiento es de 105 trabajadores, a los que se unirán 50 más a finales de año cuando abra sus puertas el nuevo buque insignia del grupo Portela.

Texto: Javier de Francisco ©

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