Directora del Instituto Oncológico MD Anderson Cooper en el Hospital Universitario Cooper, en Camden (New Jersey)
“De lo que estoy más orgullosa es del cuidado que he dado a muchos pacientes y del efecto que he tenido en sus vidas y en las de sus familiares”
Emigración en plena infancia y en tiempos muy duros (década de los sesenta), adaptación al nuevo país (con cambio de continente, de idioma, de cultura, de costumbres...), formación académica en una lengua no materna, elección de una profesión científica y plenitud de éxito profesional, personal y familiar. Así se escribe el guión vital de la doctora Generosa Graña “Jenny”, actual directora del Instituto Oncológico MD Anderson Cooper en el Hospital Universitario Cooper, en Camden (New Jersey), y prestigiosa y premiada investigadora en hematología y oncología. Todo un ejemplo de motivación y de inspiración, a uno y otro lado del Atlántico.
En vísperas de su décimo cumpleaños, en 1969, puso rumbo a Gary (Indiana) en compañía de su madre -para el reagrupamiento familiar con su padre, emigrado unos meses antes- desde Vilariño de San Xés, en el municipio ourensano de Lobeira. “Llevamos con nosotras todo lo que se puede meter en cuatro maletas; el resto de nuestra vida se quedó en la casa de Vilariño. Ninguno de nosotros hablaba una palabra de inglés y no conocíamos nada de la cultura. La emigración fue difícil, aunque mucho más para mis padres que para mí”, recuerda. Con ese largo viaje truncaba recuerdos y vivencias en uno de los parajes más espectaculares de A Baixa Limia, pero iniciaba una vida repleta de oportunidades para activar su talento científico. Los ahorros logrados por su padre como empleado de una fábrica de acero y por su madre como costurera en una planta textil le permitieron cursar estudios de Ciencias en la Universidad de Notre Dame, en South Bend, Indiana, y de Medicina en la Universidad de Northwestern, en Chicago.
En su carrera profesional dedicada a la investigación y entregada a sus pacientes, cosechó numerosos premios, entre ellos el Community Health Crystal Award de la multinacional Johnson & Johnson, el Silver Chalice Award de la Sociedad Americana contra el Cáncer y el Best Doctors Award de Philadelphia Magazine. Pero de todas las satisfacciones de la profesión, se queda con el cuidado de los pacientes de oncología y con el brillante trabajo realizado con las comunidades hispanas de Philadelphia y de New Jersey. Por otra parte, nunca descuidó su conexión con Galicia y ha sabido transmitir a su marido, Bill, y a sus tres hijos, Stephanie, Bill y Chris, la pasión que siente por su tierra de origen. Su rincón preferido en el mundo es un “poldrado” (pequeño puente de piedra) sobre el río Fragoso, situado al fondo de su pueblo. Es la mítica construcción granítica, conocida como Groício, que separa Vilariño de San Xés de Lobeira. La trascendencia que siempre ha tenido A Baixa Limia en la doctora Graña se resume en una anécdota muy familiar: “Mi sitio favorito es la orilla del río de Barxa. Allí puedo pasar horas. Mi marido se ríe porque al pasar los años he traído (a Estados Unidos) piedras pequeñas que me recuerdan el río y las tengo por todos lados en mi casa”.
Tras una larga etapa -doce años- como jefa de la división de Hematología y Oncología Clínica del Hospital Universitario Cooper, la doctora ourensana finalizó en 2016 esa responsabilidad científica para centrarse en la dirección del Instituto Oncológico MD Anderson Cooper, en el propio Hospital de Camden (New Jersey), cargo que ejerce desde hace siete años.