Artículos de opinión
El Rey da la cara, Sánchez da la espalda.
Por Carlos Vasallo
Si algo está claro en la catástrofe de Valencia es que no es natural, ya que nunca antes había ocurrido con este volumen de agua y con tanta tragedia. Es difícil explicar cómo la naturaleza elige casi siempre las mismas zonas para dañarlas. Sin embargo, lo que sí se puede explicar es el desastre absoluto de los políticos de España, que se han emperrado en destrozar la ayuda y colaboración de todo el mundo, peleándose de una manera miserable entre ellos.
La guerra política está desatada por Sánchez. El presidente del Gobierno se encuentra muy dolido porque desde julio de 2023 la Comunidad Valenciana dejó de pertenecer al PSOE y dejó de estar al frente uno de los delfines, Ximo Puig, que le ha empujado a estar en la presidencia del Gobierno de España. Eso le causó una molestia tremenda, porque antes de Ximo Puig la Comunidad Valenciana había estado más gobernada por el PP que por el PSOE.
Y esa molestia se desata en el momento de la catástrofe, porque Sánchez no mide la magnitud de la DANA. Entonces dice, ésta es la mía, vamos a dejar en ridículo al presidente de la Comunidad. Carlos Mazón es un joven que antes presidía la Diputación de Alicante y que ahora es presidente del PP de Valencia y de la Comunidad Valenciana, la tercera de España por PIB per cápita.
Así que Sánchez dijo, vamos a hacerle la vida difícil para ver si así conseguimos destruirlo. Es una pelea miserable. Él como presidente de España no tiene que decir que si la Comunidad Valenciana necesita medios que los pida. Lo que tenía que haber hecho es decirle al señor Mazón que el Ejército sale para allí.
Es más, la UME tiene una sede en Valencia y nadie la activó, ni le dieron las instrucciones hasta el cuarto día después de la catástrofe. Esa unidad tiene lanchas, helicópteros, medios para construir puentes, zapadores, ingenieros, tiendas de campaña, logística de alimentación, camiones, tractores, tanques… Y otros dos brazos de esa unidad se componen de hasta 3.500 personas que únicamente son preparadas en cinco bases de España, con la de Torrejón de Ardoz como principal, para acudir en auxilio de la población en casos de catástrofe.
¿Y el presidente de España pensaba que la DANA de Valencia no era una catástrofe? Pues que mal informado está. Y si lo hizo por mal cálculo, ¡qué pena! Porque las víctimas le van a contar a él.
Es obvio que el presidente autonómico Mazón no tenía ninguna mala fe para no solicitar la ayuda del Gobierno central. Él dijo que a las 15.45 horas del sábado la estaba solicitando. Y no le hicieron caso. El señor Sánchez dijo “si quieren algo, que me lo pidan”. Habla en primera persona: “Me lo tienen que pedir”. Perdone usted, pero eso me parece bochornoso. Bastaría con que hubiera declarado zona de catástrofe. Y ya está.
¿Pero qué es lo que pasa? Que no se quiere comer el marrón. Y tampoco quiere quitarle autoridad a los valencianos. Y no creo que los valencianos que estaban con Ximo Puig estén de acuerdo con la gestión hecha por Sánchez. Así que el presidente optó por manejar la política como la ha estado manejando hasta ahora. A su favor y a su antojo, con el único fin de seguir gobernando.
En la visita de los Reyes, del presidente del Gobierno y de Mazón a Paiporta hubo un mal cálculo en la protección. El Rey va absolutamente desprotegido; me imagino que él lo solicitó así, sólo con cuatro guardaespaldas. Luego entran algunos agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, pero cuando la bronca ya está desatada. Los insultos son una falta de civismo, sólo justificada por los momentos tan dramáticos que se han vivido.
En el caso de Sánchez, se escapa de la zona de “guerra”. Se le ha criticado mucho por dejar al Rey solo. El Rey ni se inmutó y decidió seguir adelante con la visita a pesar de las recomendaciones de que no continuara. La violencia con la que actúan contra el vehículo de Sánchez es injustificable, como también lo es que los cuerpos de seguridad no consiguieran dar protección.
SALIDA EN DESBANDADA
Y así fue como vimos salir en desbandada al presidente de España, con los vehículos golpeados y dañados, y huyendo todos de una manera impropia de un Estado de derecho. Y el Rey se queda solo. Sánchez se queja de que le han dado con un palo en la espalda y en las imágenes va como doblado.
Los Reyes siguieron adelante, con el barro impactando contra ellos desde la cobardía de la lejanía, y fueron ofreciendo explicaciones a la población. Fue un trabajo meritorio y muy útil.
La monarquía es una institución que espero que siga prevaleciendo como sistema para España, porque en este país siempre ha funcionado muy bien, como también ocurre en Inglaterra, en Dinamarca, en Noruega y en otros muchos países.
A Sánchez, en su visita a Valencia las cañas se le volvieron lanzas. Siempre he dicho que es un tremendo manipulador político, pero con mucha habilidad, si bien en esta ocasión ha calculado muy mal. Porque el resultado de la visita, a plano inmediato, es que el Rey representa la institución y el pueblo la respeta.
Y eso por mucho que venga Sánchez diciendo que todo el lío lo orquestó la derecha, lo que el llama la “fachosfera” o los ultraderechistas. Pero para el presidente, “fachoso” es cualquiera que no esté de acuerdo con él. Dice que el PP es la ultraderecha y siempre trata de polarizar en su interés la definición de quien no es como él, que se autoproclama el líder de los pobres y el presidente del país más avanzado de Europa gracias a las leyes que él mismo ha introducido. Y contra eso siempre tiene el obstáculo de la derecha tradicional española y de VOX.
Claro que es posible que hubiera gente de ultraderecha colada en las calles de Paiporta, de la misma forma que la hay en los estadios de fútbol. En la visita de Sánchez habría unos cuantos, pero yo he visto también muchas mujeres enfadas y muchísimas madres de familia en la protesta. Su mensaje es que la población no ha sido bien atendida. Por lo tanto le echamos una parte de la culpa a las autoridades de la Comunidad y una gran parte a la no actuación con diligencia de Presidencia del Gobierno y de todos los ministros y su esfera de ayudantes.
Es imposible discernir si los grupos que tiraban piedras o insultaban violentamente al inicio reaccionarían de la misma manera si no hubiera venido Sánchez al lado del Rey. Yo creo que si el Rey hubiera llegado solo, y bien protegido, no habríamos visto esos altercados, porque hay un respeto hacia la institución.
Y ese respeto no lo hay con Sánchez, porque no se lo ha ganado. Él está absolutamente convencido de discernir lo que es la separación de nuevo de las dos Españas. Ha decidido éstos son los míos y aquéllos no son los míos. Y claro, el resultado es que su partido gobierna en muy pocas Comunidades, y lo mismo ocurre con las alcaldías en las ciudades y con el Senado. Sánchez gobierna a la contra y encima hace todo lo posible, en esa situación extrema, para seguir tratando de utilizar los poderes y resortes del Estado para ir en contra de los que no piensan como él.
El espectáculo bochornoso del domingo ha sido la primera noticia que ha dado el The New York Times sobre las inundaciones de Valencia. Hasta ese momento no había publicado sobre la DANA y sus efectos. Pero sí que ha salido en primera página que al Rey y a la Reina les tiraron barro durante su visita. Y lo mismo ha ocurrido con los grandes medios de Europa, que ahora están todos allí. Insisto, si hubieran venido los Reyes solos, y tal vez con Mazón atrás, no hubiéramos visto nada de lo que ha pasado.
Cuando no hay con qué, es tolerable. Cuando no tienes cómo, es penoso y lamentable. Pero cuando además colaboras con una mala Administración, con una desastrosa organización y con una falta de comunicación e incompetencia entre los que deben estar unidos, entonces es el desastre total. El principal drama es que en vez de estar todos unidos a una, haya sido todos desunidos por culpa de la política y del poder. Ha sido la peor DANA en la historia de España, con el Gobierno más incompetente.