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BRAIS LORENZO RODRÍGUEZ - BARCELONA

Agente de futbolistas, ex socio en Stellar Group y en Rogon, y ex futbolista en la cantera del Real Madrid y del Sevilla y en clubes como Burgos y Atlético Baleares

”Creo en la filosofía de crecer con los mejores jugadores jóvenes; mi ideal es identificar a los nuevos Iniesta, Xavi y Pedri del futuro”

 

En el competido mundo interior de los agentes y de las agencias de representación de futbolistas, un joven ourensano progresa y destaca, tras abrirse paso a base de trabajo y eficacia como el socio español de Jonathan Barnett, ex agente de Gareth Bale, y posteriormete en el grupo alemán Rogon. Brais Lorenzo está a punto de incorporarse a otra agencia internacional de renombre, con su cartera formada por más de 40 jóvenes futbolistas de gran proyección, entre los que destaca Ilaix Moriba, formado en la cantera del FC Barcelona y en la actualidad centrocampista del Valencia. A su personalidad y a su “filosofía” de agente especializado en fútbol base, el representante ourensano une su experiencia de jugador en diferentes ámbitos y situaciones del deporte rey. Formó parte de las canteras del Real Madrid y del Sevilla, militó en tres grupos diferentes de Segunda B -en las filas del Burgos, Mazarrón, Atlético Baleares y Moratalla-, sufrió una situación de impagos, emigró en solitario para probar fortuna en las ligas de Suecia y de Chipre (en el Ljungskile SK y en el Doxa Katokopias)... Casi sin darse cuenta, mientras ayudaba a amigos y a ex compañeros a encauzar sus carreras en el fútbol internacional, Brais Lorenzo pasó del corto como centrocampista ofensivo al traje y despacho para ejercer como agente FIFA. Sus antecedentes familiares se sitúan en Laza y en Castro Caldelas, de donde son originarios sus padres. Es hijo de Juan Luis, ex jugador del tristemente desaparecido, y siempre recordado, CD Orense, el club que durante casi cinco décadas -entre 1952 y 1998- pobló de ilusión y de buen fútbol el Estadio de O Couto.  Brais Lorenzo ha concedido esta entrevista a GaliciaExterior a finales de octubre de 2022, coincidiendo con una de sus visitas profesionales y familiares a la Comunidad gallega.

Texto: Javier de Francisco ©

Aunque no hace demasiados años que has colgado las botas (2013), en poco tiempo te has forjado un nombre y buena reputación como agente de jugadores. ¿Cómo han sido tus experiencias en Stellar Group y en la agencia alemana Rogon?

Sí, en Stellar Group estuve cuatro años y medio. Fui socio de Jonathan Barnett en España. Empezamos con una empresa desde cero. Al año de llegar Gareth Bale al Real Madrid quisieron abrir agencia e introducir su nombre en España y se asociaron conmigo y con Luis Alonso, que fuimos socios con Jonathan Barnett. Como he dicho, empezamos de cero y acabamos muy bien, hasta el punto de que Stellar Group es ahora mismo una de las agencias más importantes también en España, porque en ese tiempo cogimos muchos jugadores, pasaron por nosotros un montón de promesas del fútbol base, otros fueron creciendo, y llegaron a tener una cartera de 130 o de 140 futbolistas, y con muchos empleados. Habíamos empezados nosotros solos y acabamos con 15 empleados. Así que hubo un enorme crecimiento. Después Stellar Group fue vendido a ICM, y tras esa operación uno de los directores quiso irse y llevarme con él a Rogon, una agencia alemana que también quería entrar en España y hacer lo que habíamos hecho en su día con Stellar Group. Empezamos con ellos y estuvimos un año y medio, pero no era lo mismo; no se parecía en ningún sentido a Stellar, ni en la forma de pensar, ni de actuar, ni de invertir... No cumplieron nada de lo que habían prometido. Como no era lo que nosotros esperábamos ni lo que habíamos pactado con ellos, decidí salir. Ahora estoy asociándome con otra empresa, con una agencia importante y potente, pero no hemos cerrado el acuerdo todavía y por eso no puedo decir mucho más.

Brais Lorenzo con Sergiño Dest en su presentación con el FC Barcelona

¿En Rogon eras su único socio en España?

A Rogon me fui yo solo y era el socio en España asociado con Roger Wittmann, que era el dueño de la empresa en Alemania. Dentro de Rogon yo tenía cinco empleados, y ellos continúan conmigo trabajando. Uno de ellos está en Ourense. Es Pablo Suárez, que ha sido futbolista también; jugó en el Celta de Vigo. Es mi persona de confianza, como si fuese mi socio; es de mi sangre y es todo para mí.

¿A cuántos jugadores representas en este momento?

En este momento tenemos sobre 40 jugadores. Es que al final, cuando me fui de Stellar Group a Rogon y en la posterior salida, me habré quedado con unos 40 jugadores, que son muchos. Eso demuestra que se ha hecho un buen trabajo, porque no es fácil llevarte 40 futbolistas de empresas tan importantes como Stellar Group o Rogon. Quiere decir que el jugador confía en el trabajo de uno, que lo hicimos bien y que me he creado un nombre en España, a nivel de clubes, de jugadores y de familias que confían en el trabajo que he realizado.

Con el delantero uruguayo Maxi Gómez cuando se incorporó al Valencia procedente del Celta

Uno de tus jugadores más conocidos es Ilaix Moriba, que salió del Barcelona en 2021 y esta temporada ha militado en el Valencia. ¿Es tu jugador bandera?

Ilaix Moriba es de los más conocidos. Llevamos también a Tete Llorente, delantero del Elche. A Germán Valera, que debutó en el Atlético de Madrid, ahora está en el Andorra y ha hecho una temporada muy buena y creo que puede dar el salto a Primera División. Llevamos también a Iván Morante, un chico que ha estado esta temporada en el Ibiza y en breve puede dar el salto a Primera. De Ourense tengo a Raúl Dacosta, hijo de Ramón Dacosta. Es un jugador que cuando explote también puede jugar en Primera. Después, la agencia con la que voy a trabajar lleva a jugadores muy importantes de Primera en España y en otras ligas europeas.

Te has especializado en fútbol base. ¿A esas edades es en donde existe mayor presión y competencia de otros agentes?

La política que iniciamos en Stellar Group fue con la filosofía en la que yo creo, con la que sigo, y que representa mis ideales. Es la misma que teníamos en Stellar, con la que entré en Rogon y con la que seguiré siempre. Se trata de captar a los mejores jugadores jóvenes. Creo en la filosofía de crecer con ellos. La confianza y la relación es muy distinta cuando firmas con un chico de 14, 15 ó 16 años que firmarlo con 22, cuando ya ha llegado. Pasar los malos momentos con ellos desde el inicio y verlos crecer juntos te permite coger una relación mucho más difícil de romperse, porque les coges cariño y pasan a ser tu familia. Mis jugadores son como mi familia. Peleo por ellos como si fuesen míos, y más allá del fútbol. No es por el trabajo, es por el cariño que les tienes después de llevarlos durante tanto tiempo. Yo creo en eso. Y también, no es lo mismo firmar a un jugador con 14 ó 15 años, cuando tienes más facilidades de firmarlo, que hacerlo cuando tiene 22. Y me explico. Si yo firmo a un jugador con 14 ó 15 años y lo tengo hasta los 21 ó 22, si las cosas van bien es muy difícil que se vaya de mí si yo no he cometido ningún error. Ya tienes confianza, llevas muchos años con él y por qué va cambiar (de representante). Después hay de todo, por supuesto. Esa es mi idea, la de identificar a los nuevos Pedri, Iniesta, Xavi... a los nuevos jugadores del futuro. Así es como crecimos en Stellar Group, como crecimos en Rogon y como sigo haciéndolo. De hecho, de los 40 jugadores que llevamos, algunos ya han pasado por ahí y los tenemos desde los 14 y 15, y ahora tienen 21 ó 22, y ya están en el paso entre Segunda y Primera (algunos en Primera), y después tenemos todavía muchos chicos de 14, 15, 16 que son muy buenos, internacionales. Es cierto que yo ahora estoy más enfocado al fútbol profesional, porque lógicamente no puedo estar con todos, al ser un número significativo de jugadores, y el resto del equipo hace el trabajo de cantera. Pero insisto en que mi política y mi filosofía sigue siendo la misma, la de captar a los mejores jugadores jóvenes, crecer con ellos y ojalá que dentro de 3, 4 ó 5 años puedas tener al futuro Iniesta, Pedri, Asensio o el que sea.

En plena firma de contrato de Ryan Babel con el Depor

Te mueves en un sector muy complicado, con familiares metidos a agentes, con un entorno que busca aprovecharse económicamente de los jóvenes futbolistas y con representantes que en realidad no tienen formación, ni titulación. ¿Cómo consigues progresar y competir?

Sí, al final eso es un problema. Aunque el nuevo examen que ha puesto la FIFA a los agentes, yo lo le hecho también y lo he aprobado, está muy bien. Así como el otro cambio que quería hacer la normativa FIFA tenía cosas exageradas, creo que lo del carné sí que está bien, sobre todo para evitar ese tipo de representantes o de agentes que no tienen ni contactos, pero que se quieren meter, de familiares que quieren entrar para aprovecharse... Está bien exigir que todos estemos preparados, porque al final se piensan que todo el mundo puede ser representante y trabajar en este sector, cuando no es así. Nosotros tenemos unos estudios, unos contactos y un trabajo hecho durante muchos años. Y hay gente que piensa que por ser el sobrino, el primo, el tío o el padre de tal futbolista ya sabe más y puede llevar y negociar todo. Al final hay engaños y decepciones... La FIFA sí que ha actuado bien con la exigencia del examen porque va a cortar bastante lo que estaba ocurriendo. Quien no haya superado el examen no va a poder trabajar en esto, ni negociar, ni llamar a clubes ni a jugadores. Es que era un desfase. Había trabajando gente que no tenía formación y que no valía; esa es la realidad. Y luego hay muchas agencias, algunas muy importantes, unas te dan unas cosas, otras te dan otras... Yo he trabajado en agencias muy importantes y muy grandes, pero a veces por mi forma de ser y por mi forma de creer en un modelo quizás no van tanto con la filosofía y la forma de trabajar de todas estas agencias grandes. Por eso, con mis armas, busco otras formas que te dan resultados a los que tal vez no puedan llegar las grandes. Cada uno con sus estrategias trata de sacar lo mejor. Pero sí que es cierto que hay mucha competencia y sobre todo que no nos respetamos nada. No hay respeto ninguno.

Retrato de su etapa en la cantera del Real Madrid

¿Cómo es tu día a día? ¿Repleto de viajes y siempre al teléfono?

Tienes que moverte todo el tiempo. La oficina está en el coche. Por supuesto, al teléfono tienes que estar todo el día, hablando con los jugadores, con los clubes y demás, y claro, tienes que viajar para ver a los jugadores, para estar cerca de ellos, tener reuniones con nuevos clientes que puedan surgir, verte con los clubes... No es lo mismo una llamada fría que acercarte, hablar en persona y tener ese trato casi diario. Y no sólo en España. Si quieres ser una agencia o un agente importante, y no dejar de tener jugadores, te demandan muchos mercados y hay que moverse mucho. La realidad es que a día de hoy me puedo permitir tener mercados abiertos como Portugal, Bélgica, Holanda, Francia... Por ejemplo, la próxima semana me voy a Holanda, la siguiente a Bélgica, acabo de estar por España dando vueltas, me voy a Grecia, a Turquía... Me voy a los países y me veo con los clubes que conozco o con los que hago nuevas relaciones. A veces aprovecho reuniones de aplicaciones en las que participan muchos clubes, como TransferRoom, para hacer allí contactos. Es que al final este negocio se basa en contactos y contactos. Yo le puedo prometer a mis jugadores que tengo contactos para llegar a cualquier club. Es decir, que no necesito de un segundo representante o de cualquier otro para llegar a un club. La realidad es que tengo los contactos. Yo me voy a Portugal y me veo con todos los clubes, voy a Bélgica y lo mismo, a Holanda, al Reino Unido... Tengo a gente para todo eso. Y después tengo amigos y representantes con los que mantengo relación. Pero claro, para tener todo eso hacen falta muchas horas, mucho tiempo y hacer muchos kilómetros. Esa relación no se hace con una llamada. Hay que viajar allí, que te vean, que conozcan tu forma de trabajar... Por eso estoy viajando sin parar.

Un recorte de prensa cuando militaba en el Burgos

¿En cuántas ligas o países tienes jugadores representados?

Ahora mismo, después del cambio de agencia, son menos, pero he tenido jugadores en Israel, Chipre, Polonia, Turquía, China, Inglaterra, Italia... En muchos sitios. Luego hay mercados que trabajo mucho porque me gustan para los chicos jóvenes, como son Portugal, Bélgica y Holanda. Venden muy bien y les dan más oportunidades a los jóvenes, a chicos que alomejor están saliendo de un filial y en vez de ir a una Primera REF o a Segunda, que puedan ir a la Primera División de Portugal, de Holanda o de Bélgica es muy interesante. Creo mucho en esos mercados y por eso los machaco bastante. Pero sí, he tenido jugadores por muchos países. De hecho, en el mercado estoy en contacto con un montón de ellos y con jugadores (extranjeros) que me envían para que yo se los pueda ofrecer a clubes de España.

Proyectas una imagen más cercana a un futbolista que a un agente. ¿Tus clientes te ven todavía como futbolista?

Bueno, ya tengo 37 años. Ya estaría más para retirarme. Ya llevo 9 ó 10 años con esta actividad, y los jugadores me conocen como representante. Empecé con 28 años, muy joven, y ellos me conocen de esta forma. Es que ni me conocen como jugador. A veces les digo que yo he jugado al fútbol, les doy ejemplos y muchos consejos... Me ha venido muy bien haber vivido experiencias como jugador para darles a ellos consejos de lo que yo he vivido. Para que no cometan errores que yo he podido cometer.

En el once titular del Sevilla Atlético

Y es que además conociste de todo: la cantera del Real Madrid y del Sevilla, los mundos de la Segunda B, clubes con dificultades económicas...

Sí, he pasado por todo, también por el extranjero. De hecho, a muchos jugadores que tengo en la cantera del Real Madrid lo primero que les digo es que de ahí te tienen que echar, que no te puedes ir. Y es verdad. Es top. Yo les explico cómo es aquello, que tengan cuidado con lo de salir, porque tienen una oportunidad tremenda. El Real Madrid es un club brutal para la salida, porque llegas al Real Madrid Castilla y eres jugador profesional. Yo tengo ahora a un chico que es de Ourense, Izan Regueira, que está en el Juvenil C del Real Madrid, y aún esta semana he estado hablando con el club: va a pasar al Juvenil B y dicen que es un jugador que creen mucho en él y que les parece que va a estar muchos años en el Real Madrid. Yo le digo, Izan, aunque juegues dos años en el Real Madrid Castilla y sumes 30 ó 40 partidos, ya eres jugador de Primera División. Eso no te lo da ningún club. Es brutal. Con lo difícil que es jugar en Primera División, porque hay muchos futbolistas, por lesiones y por 20.000 cosas... ¡Qué te den la oportunidad! Y que un Real Madrid Castilla te lo de... Estando dentro, ya no lo tienes tan difícil como la mayoría. Porque si juegas medianamente bien y el Real Madrid confía en ti y pasas al Castilla, ya eres jugador de Primera. Este tipo de cosas, al haber estado en el Real Madrid, sé cómo funcionan y les puedo dar muchos consejos.

Brais Lorenzo en una de las formaciones con el filial C del Real Madrid

¿Siempre tuviste claro que querías ser agente? ¿En qué momento lo decidiste?

Pues no, pues no. Cuando estaba en Segunda B y después me fui a Suecia, empecé a ayudar a algunos compañeros, porque tenía contactos en el extranjero. De hecho, cuando me fui a Suecia lo hice yo solo; fue a través de un representante amigo mío, pero al país me fui yo solo. Ayudé a un par de jugadores a irse fuera, a Chipre. Uno había jugado conmigo en el Sevilla Atlético y lo llevé a un Primera de Chipre. Y a Diego León, que había jugado en el Real Madrid, también lo había ayudado. Pero lo hacía sólo por ayudarles. No pensaba en hacerme representante ni nada. Y una vez estando en Suecia, que había ayudado a uno de ellos y lo llevé a Chipre, me decía mi familia, un día que estaba con mis tíos: “Al final vas a acabar siendo representante”. Yo les respondí, no que va, que va... “¿Qué va? Anda, cuando cobres la primera comisión seguro que te va a gustar, ya verás”, me dijeron. Y yo les insistía que no, que lo hacía sólo por amistad, por mis amigos. Y mira, al final acabé así. Es cierto que cuando era mi época de jugador, sobre todo cuando estuve en Segunda B, con el que después fui socio en Stellar Group, Luis Alonso, yo tenía muy buena relación y venía a mi casa muchísimo. Y él era representante. Siempre estaba hablando por teléfono, yo le escuchaba, y siempre sacabas mucha información. Aprendí mucho de Luis, de cómo trabajaba, fui sacando, y poco a poco fue así, ayudando, como empecé. Y sí que fue cierto, después la primera operación la hice con un jugador en Chipre, ganamos dinero y a partir de ahí, como en el fútbol de jugador no iba tan bien, empecé a moverme por la representación. Y así acabamos.

¿Cuáles dirías que son tus mayores virtudes en los despachos: mucha seriedad, cabeza muy serena, frialdad para negociar...?

Es un trabajo muy difícil. Y es lo que dices; hay que ser muy serio con los clubes para que te respeten; a mí me gustar ir siempre de frente, con la verdad por delante y de forma clara, sin marear. Hay que decir si puede ser o no, sin necesidad de andar mareando a uno para que luego no salga nada. Y lo mismo con los jugadores. Hay que ser supertransparente. Y eso es algo de lo que a veces carecemos las agencias o los agentes, de esa transparencia. Muchas veces parece que a los jugadores, por evitar algunas situaciones, no les engañas pero les cuentas cosas que a veces no son. Y a mí eso no me va. Yo prefiero ir con la verdad y decirle mira, oye, te quieren éstos o no te quiere nadie, así de claro. Pero no decirle que te quieren muchos y al final no sale nada, porque la realidad siempre termina por salir a la luz. Y pienso lo mismo con los clubes. Con ellos hay que ser serios y después, por supuesto, a la hora de negociar cada uno tiene sus habilidades. Naces un poco con eso. Mis padres, mi familia, mi abuelo eran negociantes. De otro sector, sí, pero al final también se dedicaban a negociar. Y alomejor me viene de ahí, en la sangre.

En su etapa de formación en las categorías inferiores de CD Orense

¿Trabajas mucho con los clubes gallegos, o en tu sector también es difícil ser profeta en tu tierra?

A ver, el tema es que yo trabajo para mis jugadores, eso es lo principal. Por supuesto respetando siempre a los clubes, y yo cumpliendo. Me gustar ir de cara con los clubes y ser serio con ellos. Pero sobre todo trabajo para mis jugadores, que son los que confían en mí, son mis clientes y los que firman conmigo. Entonces, si un día un jugador no quiere estar en un club, yo lógicamente tengo que pelear para que eso suceda y salga, intentando siempre quedar bien con los clubes. Hay que intentar quedar bien con las dos partes, pero al final el que está conmigo es el jugador y yo trabajo para él. En Galicia sí que he tenido jugadores y tengo relación con el Celta de Vigo, con el Deportivo de La Coruña, con el Lugo, y por supuesto con la UDO, con Currás y con Ramón Dacosta; del Arenteiro me llamó el otro día Álex para ver si tenía jugadores SUB-23 para ellos. Con el Compostela habla más Pablo. Con el Rácing de Ferrol también tengo relación. Sí, sí, tengo relación con los clubes gallegos. De hecho tengo a Trilli en el Deportivo, que es un lateral derecho que es top y que puede ser un jugador de Champions League en el futuro porque tiene unas condiciones brutales, y si le respetan las lesiones puede ser un jugador top. Y anteriormente también tuve a Diego Pampín en el Celta de Vigo, jugador que ahora tengo en el Andorra. Así que sí que trabajo con los clubes gallegos.

Cuando hablas de ir de frente y muy directo, me recuerdas la forma de jugar al fútbol tan expeditiva pero a la vez elegante que tenía tu padre en el histórico CD Ourense. ¿Heredaste esos valores y esa forma de encarar el deporte y la vida?

Sí, sí, por supuesto. Es que yo creo que hay que ir de cara con la gente. Somos personas y hay que ir de frente, no por detrás, tanto con los clubes como con los jugadores. Es que después los propios clubes y jugadores te van a respetar por ello. Yo ayer tenía una conversación con un club de Primera, que me llamó por un jugador que tengo allí, y me decía, Brais, siempre hemos sido muy claros, siempre hemos ido de frente, dime la verdad, ¿hay la posibilidad de que hablemos de una renovación de este jugador? Le dije: No. Y ya está, listo, no hay más que hablar. Pero es así. Me lo dice porque sabe que yo he ido siempre de frente, el también, y que no nos andamos mareando el uno al otro. Así nos respetamos y es mejor para todos.

Volviendo al histórico CD Ourense, ¿llegaste a ver jugar a tu padre en activo?

Sólo al final, cuando ya jugaba en veteranos, como cuando había venido el Real Madrid, con Míchel y demás. Pero claro, era otra época.

Has elegido Barcelona para vivir, y no Madrid. ¿Son dos ciudades similares en el movimiento de futbolistas?

Cuando empezamos en Stellar Group me fui a Coruña a vivir, porque me apetecía estar en Galicia otra vez y quería estar cerca de la familila. Eso fue al regresar de Chipre, que es donde estaba viviendo. Es decir, al asociarme con Stellar me vine a España y me fui a residir en Galicia. Pero era una época en la que el Dépor había bajado a Segunda, estaba sólo el Celta en Primera, y a la hora de volar no es lo mismo que estar en Madrid o Barcelona. Por eso Luis Alonso y yo decidimos que al estar él en Madrid era mejor que yo estuviera en Barcelona, y así abarcar las dos ciudades más top para el fútbol, porque hay muchos más clubes profesionales, mucha gente que viene a ver fútbol aquí, mucho ambiente de fútbol, y también por el tema de los vuelos. Quizás Madrid sea algo mejor, porque te mueves más fácil a todas partes y hay más clubes, y tal vez la mejor zona para poder estar hoy en día sea Madrid. Pero bueno, yo me vine de aquellas a Barcelona, mi hija nació aquí y estamos también por ella.

¿Y a Ourense regresas con frecuencia?

Sí, sí, claro. Una vez al mes, o cada dos meses, intento ir. Ahora tendré que ir a ver los playoffs del Deportivo de La Coruña, así que estaremos por ahí unos días.

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