En la década de los 90, el ourensano Juan Atanes destacaba en los terrenos de juego, en las filas del histórico Pontevedra CF, pero también en la Escuela de Telecomunicaciones de Vigo, como futuro ingeniero. Debutó en Segunda B, en el fútbol semiprofesional, con 24 años, aunque las lesiones truncaron muy pronto su carrera, tras disputar 50 partidos en la categoría.
“Mi retirada prematura del fútbol fue más bien debida a que mi cuerpo dijo basta, más que a que yo no quisiera seguir la práctica activa”, rememora `Juancho´ Atanes. Formó parte del plantel del Pontevedra, casi con pleno de participaciones como titular, durante las temporadas 92/93 y 93/94,en la primera con Milucho como entrenador y en la segunda con Antonio Gómez. Y compartió vestuario con históricos del club como Rafa Sáez, Pablo Vázquez, Noly, Salvador, Felipe, Miguel Villaverde, Miguel Soro, Pablo Couto, David Deza y el guardameta Lino.
Siguió la estela de otro futbolista surgido unos años antes desde la misma zona de juegos e infancia en la ciudad de Ourense (Avenida de Portugal y Salto do Can), el central Modesto López, con míticos ascensos a la élite en el Deportivo de La Coruña y en el Compostela.
Al año siguiente de abandonar las filas del Pontevedra, Juancho Atanes se graduaba como ingeniero de Telecomunicaciones. Pertenece a la promoción de 1995 de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación de Vigo. Ya a finales de esa misma década, en 1999, iniciaba en la sede central de Ericsson, en Suecia, su progresión en una de las multinacionales de huella y legado en su sector.
La etapa en el país escandinavo como ingeniero de integración de redes se prolongó durante cinco años, con viajes por todo el mundo, y en 2004 se incorporó a Ericsson Spain, en Madrid. Ha ejercido como responsable de infraestructura IP en Ericsson Spain Lab y desde el año 2013 es ingeniero senior de pruebas de sistemas en el área de I+D de la multinacional sueca en Madrid: “Somos responsables del desarrollo de algunos de los productos que forman parte de la solución de la red troncal de 5G” de la compañía. Como buen gallego, mantiene intacta la morriña y el apego por su tierra de origen: “Además de estar enamorado de la cultura, comida, e incluso cada vez más del tiempo (de Galicia), lo que más me tira son sin duda las personas”, remarca.