Arquitecto, doctor en Arquitectura, fundador de Estudio Lamela y uno de los profesionales más influyentes, con obras como la T4 y la remodelación de Barajas, las Torres Colón, la Ciudad Deportiva del Real Madrid, la ampliación del estadio Santiago Bernabéu y, en Galicia, los recintos feriales de Silleda.
“Estoy muy satisfecho de mi origen gallego y me siento muy céltico dentro de España”
Es uno de los grandes referentes de la arquitectura española moderna y contemporánea, su trayectoria profesional -iniciada en 1954 con la fundación de Estudio Lamela- está repleta de méritos y distinciones, y ha diseñado obras tan emblemáticas como las Torres Colón, la Terminal T4 de Barajas, la Ciudad Deportiva del Real Madrid, el edificio Laroc de Coral Gables (Florida), la ampliación del aeropuerto internacional de Varsovia, los edificios del recinto ferial de Silleda (Pontevedra) o los estadios de fútbol de Cracovia (Polonia), Son Moix (Mallorca) y Nuevo Las Gaunas (Logroño). Antonio Lamela Martínez, Premio Rey Jaime I de Urbanismo, Paisaje y Sostenibilidad, Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, Doctor Honoris Causa por la Universidad Camilo José Cela (Madrid) y creador del Geocosmoísmo (defiende que la dimensión territorial forme parte de la política mundial), ha estado muy vinculado familiar y afectivamente a Galicia en los primeros años de su vida y sigue conservando el orgullo de sentirse “muy céltico dentro de España”.
Texto: Javier de Francisco ©
Uno de los arquitectos españoles más influyentes desde la segunda mitad del siglo pasado tiene raíces gallegas y, particularmente, una fuerte conexión con las provincias de Ourense y de Lugo, aunque en su comunidad de origen nunca ha podido gozar del reconocimiento que ha cosechado a nivel nacional e internacional. Es originario de Prada, en el municipio ourensano de A Veiga (comarca de Valdeorras), y por la rama paterna está ligado a Miranda, en el municipio lucense de Castroverde, la tierra de su padre y de sus abuelos paternos. Aunque siempre ha vivido en Madrid, su niñez está marcada por los recuerdos y las vivencias de largas estancias de tres meses -en verano- en Miranda y en Prada.
En el ámbito profesional, ha presentado proyectos y propuestas de gran valor arquitectónico a innumerables concursos públicos en Galicia, desde edificios administrativos hasta la ampliación del estadio de Riazor. Sin embargo, su única adjudicación en seis décadas de ejercicio profesional ha sido el recinto ferial de Silleda. Ni su creatividad, ni su trayectoria, ni su prestigio mundial le han abierto las puertas del sector público en Galicia.