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CARLOS BLANCO VÁZQUEZ - Barcelona

Inversor privado en nuevas tecnologías, mejor emprendedor de España (año 2014) y mejor business angel (2014), impulsor de la aceleradora de startups Conector, de Nuclio Venture Builder y del fondo de inversión Encomenda Smart Capital.

“Hay más apoyo a las startups desde la Administración Pública que desde los millonarios gallegos, que solo invierten en sus negocios y productos”

Uno de los gurús españoles del ecosistema digital y uno de los inversores y empresarios de mayor éxito en el lanzamiento de startups del sector tecnológico es de origen gallego y mantiene intacto su contacto y su vinculación familiar con Galicia. El emprendedor e inversor privado Carlos Blanco Vázquez (Barcelona, 1968) se inició en esta actividad en 1996, cuando solo había protagonismo para los sectores tradicionales. En 1999 fundó First Tuesday en España, el mayor punto de encuentro de emprendedores e inversores de Internet. Tres años después puso en marcha la incubadora Grupo ITnet, en 2011 acertó con Akamon Entertainment -que vendió a Imperus en 2015-, en 2013 se anticipó a las lanzaderas y desarrolladoras de startups con el nacimiento de Conector Startup Accelerator, en 2015 constituyó Nuclio Venture Builder (2015), la sociedad desde la que canaliza todas sus inversiones y desde la que han salido al mercado Eelp!, Housfy, Brokoli y Finteca, y en 2016 creó el fondo de capital riesgo Encomenda Smart Capital, especializado en proyectos tecnológicos, y para el que ha elegido como nombre Encomenda, la aldea de montaña del municipio ourensano de Pobra de Trives del que es originario su padre. Carlos Blanco fue distinguido en 2014 como Mejor Emprendedor de España 2014 por los X Premios Pyme que convocan Expansión e Ifema; y ese mismo año también fue galardonado por AEBAN como Mejor Business Angel del país. Es vicepresidente de BCN Tech City desde su fundación. Desde 2005 ha invertido en más de 70 compañías. Es además el editor de uno de los blogs de referencia para emprendedores, carlosblanco.com, y autor del libro “Los principales errores de los emprendedores”. Su amplio conocimiento del ecosistema digital le permite afirmar que “en Galicia existe buen talento en la parte de producto, tecnología, ingeniería y diseño, pero no en marketing, venta y negocio” y recuerda que en digital sales y en digital marketing no hay escuelas de formación, sino que “eso se aprende trabajando con los mejores”. En la comunidad gallega detecta mucho más apoyo a las startups y a los emprendedores desde la Administración Pública “que desde los millonarios gallegos e inversores” y matiza que muy pocos de ellos han invertido en startups tecnológicas: “Es que al final, el dinero para invertir en startups o viene de los Ortega, Jove, Castellanos, Rivera... o no viene de ningún lado. En Cataluña hay muchas familias empresariales fuertes, como Carulla (Agrolimen) y Bonet (Caprabo), que han invertido en muchas startups que no son de la familia. Y no me consta que en Galicia haya mucho apoyo por parte del empresario de éxito en reinvertir ese dinero en innovación. Están invirtiendo en negocios que ellos conocen”, asegura.

Texto: Javier de Francisco ©

¿Dentro de su cartera de inversión actual hay startups gallegas?

Como startup gallega más importante en la que haya invertido está Boardfy, una empresa de Vigo que hizo un software de inteligencia de precios en comercio electrónico, y que ha sido creada por el emprendedor Fernando Gómez. He invertido también en una emprendedora de origen gallego, que tiene oficinas en Galicia, pero que su central está en Madrid. Es Yaiza Canosa, creadora de Goi, una startup de logística muy potente. He estado analizando algunas empresas más, pero de momento no he invertido dinero.

Foto: ViaGalicia via Facebook

En comparación con tras comunidades autónomas, ¿Galicia está a buen nivel de proyectos y de talento en el sector digital?

Para entender un poco el ránking, la comunidad española líder en emprendimiento de startups es claramente Cataluña, estadísticamente hablando. Barcelona se ha situado como la cuarta ciudad europea para emprendimiento e inversiones en startups. Luego le siguen Madrid y también Valencia, que está creciendo muchísimo y creando muy buen ecosistema digital, y en la cuarta posición no hay realmente un destacado; puede estar Galicia, País Vasco, Andalucía... No hay una posición clara entre la cuarta y la sexta región de España en emprendimiento de startups. Pero la realidad es que no está habiendo mucha cosa. Han salido muchas compañías pequeñas, y muy pocas grandes. Al final, lo que provoca que haya casos de éxito es que haya inversiones y que surjan referentes. Si bien en emprendimiento en general en Galicia tenemos al mejor emprendedor de España, que es Amancio Ortega, en emprendimiento digital no está habiendo muchos casos de éxito de startups gallegas que estén recibiendo rondas de financiación o que estén siendo adquiridas por otras compañías. Se está dando un nivel medio. Hay más potencial que lo que indica la realidad. Y si algo he visto es que muy posiblemente haya una falta de talento que impide desarrollar proyectos. Sí que existe buen talento en la parte de producto, tecnología, ingeniería y diseño, pero no en lo que es marketing, venta y negocio. Es decir, las startups gallegas que yo he visto son mejores en producto que en ventas.

¿No cree que todo cambiaría si surgiese una startup gallega en la primera línea de éxito, por el efecto tractor que podría generar sobre las demás?

Sí, claro, porque esos mismos emprendedores que han tenido éxito y que han ganado dinero, la mayoría acaban reinvirtiendo una parte en la zona de influencia en la que están. Mientras no haya wallapops o privalias en Galicia, no habrá un dinero para que luego los emprendedores de ahí puedan a su vez empezar a hacer de business angels. Mucho del crecimiento del ecosistema de Barcelona o de Madrid ha sido provocado por emprendedores que antes hemos vendido compañías y que luego hemos invertido parte de ese dinero en las zonas en las que estamos moviéndonos más habitualmente.

¿Usted que seguro que ha analizado una gran variedad de empresas y de proyectos empresariales en Galicia, cuáles cree que son los sectores de mayor potencial en esta comunidad?

He visto de todo. Como he comentado, he visto bastantes startups en las que el emprendedor ha hecho bien el producto, el software y la tecnología, pero que por motivo “X”, sin tener detalles muy profundos porque no los he analizado, no vende lo suficiente o no capta los clientes suficientes. Da igual que sea en B2C o en B2B. No sé si es la falta de ambición del emprendedor digital gallego o el que no estén los perfiles buenos en digital sales y en digital marketing. Porque no olvidemos que en digital sales y en digital marketing no hay escuelas de formación, sino que eso se aprende trabajando con los mejores. En Barcelona, por ejemplo, muchos de los emprendedores de éxito han trabajado muchos años al lado de líderes muy buenos. Y es que al final el emprendedor que es muy bueno forma emprendedores buenos y las startups buenas atraen talento internacional. A Barcelona está viniendo mucho talento internacional de fuera de España que ha decidido trabajar aquí. ¿Por qué? Pues porque hay compañías como letgo, Glovo, housfy y como otras muchas que provocan esa atracción hacia Barcelona.

En las universidades gallegas hay grados con tirón y fuerte demanda, en especial en la rama tecnológica, y ni así salen startups de renombre. ¿Qué les falta a las universidades gallegas para que sean el punto de origen de empresas digitales de éxito?

Por eso digo que a nivel de ingeniería sí que se encuentran desarrolladores informáticos y tecnólogos de categoría, pero lo que no se encuentra es talento de ventas y marketing. Y no nos olvidemos que el negocio digital está muy basado en marketing y ventas, ya sea B2C o B2B. Ese es el perfil que falta y que no se puede formar en la universidad. Los expertos en marketing online no se forman en la universidad. En Barcelona se han formado trabajando para otros.

La Universidad de Santiago ha destacado a nivel nacional entre las primeras en fomentar startups y ha sido pionera en impulsar la primera sociedad universitaria de capital riesgo, Unirisco, autorizada por la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores). Por lo tanto, sí que ha habido movimientos precoces en Galicia, ¿no cree?

Yo soy pionero en Internet y no me consta. Salvo Fernando Gómez, que creó Mas Impacto en 1997, no hubo tantos emprendedores pioneros en Galicia. Sí que a nivel universitario, alguna universidad gallega fue de las primeras en conectarse a Internet en España; eso sí que lo recuerdo, porque también soy pionero en el uso de Internet en España. Sí que hubo universidades gallegas pioneras en dar conectividad a sus alumnos, pero que nacieran startups y emprendedores de éxito no. Lo ha habido más en Electrónica o en otros sectores, pero no en startups tecnológicas de las de Internet como entendemos Privalia, Idealista, Wallapop o Glovo.

Y en la parte inversora, ¿detecta que Galicia está a buen nivel? ¿Al empresario gallego le atrae el ecosistema digital y conecta con el emprendedor?

Hay más apoyo desde la Administración Pública, como XesGalicia, Igape y compañía, que desde los millonarios o inversores gallegos. Muy pocos han invertido en startups tecnológicas y en apoyar la innovación. Han invertido en sus negocios y en sus productos. En Cataluña hay muchas familias empresariales fuertes, como Carulla (Agrolimen) y Bonet (Caprabo), que han invertido en muchas startups que no son de la familia. Y no me consta que en Galicia haya mucho apoyo por parte del empresario de éxito en reinvertir ese dinero en innovación. Están invirtiendo en negocios que ellos conocen.

¿El empuje tiene que venir entonces desde los grandes grupos empresariales y desde las sagas familiares?

Es que al final el dinero para invertir en startups o viene de los Ortega, Jove, Castellanos, Rivera... o no viene de ningún lado. Sí que hay empresarios gallegos con mucho dinero. Pero o el dinero viene de estos cinco o seis conocidos, y de muchos más con dinero que no se conocen, o no habrá inversión. Y estos empresarios no están invirtiendo en startups tecnológicas. Así que será complicado. Si no hay emprendedores de éxito que reinviertan y si no hay empresarios tradicionales que inviertan, entonces no se dan parte de los mimbres necesarios para crear un ecosistema digital gallego. Sé que ha habido varios intentos, en concreto desde la Xunta de Galicia, y de hecho a mí me llamaron para alguna reunión. Tampoco olvidemos que hay mucho emprendedor de éxito en España que es de origen gallego; y varias personas de origen gallego estamos gestionando fondos de capital riesgo o estamos en startups tecnológicas conocidas. Pero lógicamente residimos en Madrid, en Barcelona o en Estados Unidos. No estamos en Galicia porque no podríamos tener éxito. Es decir, para que se pueda crear ese ecosistema tiene que haber talento, escuelas de negocios, universidades e inversores. Galicia posee el talento universitario, pero no tiene buenas escuelas de negocios, no tiene inversores, y parte de ese talento, que es el de marketing y ventas, tampoco dispone de él. Con lo cual se dan una serie de carencias que dificultan más la creación de una startup tecnológica en Galicia. Otra cosa es que el emprendedor gallego que es bueno, como algún caso que conozco, se vaya a Madrid, a Silicon Valley o a donde sea y cree allí una startup. A lo mejor muchos de estos acaban haciendo parte de la producción y del software en Galicia. De estos hay varios. Pero la startup no está domiciliada en Galicia, aunque sí que está generando empleo, lo cual es positivo. Pero crear startups domiciliadas en Galicia es complicado.

Con tantas carencias y dificultades para emprender, ¿el desánimo pesa más que el talento en las nuevas generaciones de emprendedores?

No, no, ellos lo siguen intentando. Si por capacidad de emprendimiento y tesón y coraje que le mete el emprendedor gallego no es. Yo tengo una aceleradora, que es Conector Startup Accelerator, con la que hacemos cada año programas en Galicia. Todos los años soy mentor de algún emprendedor y he de reconocer que coraje, ganas, lucha y tesón le ponen. Otra cosa es que no haya los mimbres suficientes. Ellos hacen todo pensando que lo pueden conseguir, y luego se van dando cuenta progresivamente de las dificultades. Pero realmente el gallego tiene carácter emprendedor. Otra cosa es que no tenga todos los mimbres para poder tener éxito.

¿En qué sectores trabaja su aceleradora?

En todo tipo de sectores. De hecho ahora estamos en Vigo y hemos estado en A Coruña. Son startups digitales de todo tipo. Cada año cogemos entre 4 y 6, que son las que apoyamos, en diferentes perfiles. Aquí contamos con el respaldo de la Xunta de Galicia. Fue la Administración la que vino a buscarnos, la que nos convenció y la que nos apoyó. Después buscamos unos socios locales; tenemos a Lalo García y a Telmo Pérez, que nos ayudaron a construir Conector en Galicia. Vuelvo a repetir que el espíritu emprendedor lo hay, nosotros estamos aportando un granito de arena con mentores que están en Barcelona o Madrid con mucha más experiencia, y que ayudan a través del mentoring y la formación a estos emprendedores. Pero esta es una acción pequeña y aislada dentro de las muchas que habría que hacer.

Como business angel, ¿en sus inversiones privadas cuáles son sus sectores preferidos?

Cuando soy inversor miro los números, no los sectores. He invertido en compañías como Glovo, que es logística, en Depor Village, que es comercio electrónico, en Kantox, que es intercambio de divisas, en Housfy, que vende pisos... Me da igual, digamos. Con mi gorro inversor me da igual vender fruta que vender pisos o seguros. De hecho, una de mis últimas inversiones es una startup que vende fruta, pero claro, factura 200.000 euros al mes, con el 40% de margen, eso es lo bueno.

En el sector energético ha habido un reciente cambio regulatorio y las renovables vuelven a estar en el punto de mira de los inversores. ¿Le parece un sector atractivo?

Startups energéticas hay muy pocas. A parte de Holaluz, hay poco más. Es un sector en el que los que van a tener poder van a ser los que tienen base instalada de clientes. Aquí estarán compitiendo unos con otros; los del gas con los de la electricidad, los de la gasolina con los de la electricidad, éstos a su vez con los de electrolineras... Va a ser competencia entre ellos o entre quienes tienen grandes bases de clientes, como El Corte Inglés y demás. Entonces, claro, el sector energético es un coto vedado y raro es que haya nacido un Holaluz, que es un súper caso de éxito surgido en Barcelona. Pero es difícil crear startups energéticas.

¿Cuánto volumen de inversiones mueve usted y sus sociedades anualmente?

No tengo idea. Hay datos del sector en general, pero datos específicos de las empresas en las que he invertido no los miramos.

Encomenda Smart Capital, su conocido fondo de inversión, comparte nombre con la localidad ourensana de la que es originaria su familia...

Mi fondo de inversión se llama Encomenda Smart Capital. Es un fondo de 24 millones de euros para invertir en startups, con el que hicimos 12 inversiones en 12 meses. Encomenda es una aldea rural de la zona de Manzaneda y Trives, en la que nació mi padre, y que es en donde veraneo yo cada año. Da nombre al fondo de startupus. Yo nací en Barcelona pero mis padres son los dos de Trives y se conocieron en Barcelona.

Sigue veraneando en la alta montaña ourensana. ¿Nunca ha perdido el vínculo con Galicia?

Sigo yendo tres o cuatro veces al año, así que mantengo el vínculo con Galicia.

Captura de la página web carlosblanco.com/

Y otra conexión suya con Galicia ha sido a través del proyecto Abanca Innova, la aceleradora de startups fintech (tecnología financiera) de la entidad. ¿Qué ha aportado usted?

Estuvimos en el primer programa de Abanca Innova. Luego ellos decidieron no seguir colaborando con nosotros, pero estuvimos gestionando su primer programa, que tuvo buenas startups. Y desde que están haciéndolo por su cuenta creo que el nivel ha bajado mucho. Pero cada uno es mayor y libre de hacer lo que crea oportuno.

Para saber más: WEB OFICIAL DE CARLOS BLANCO

 

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