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JOSÉ MANUEL BASALO FERNÁNDEZ - Sevilla

 

 

Empresario de segunda generación de Cuchillería Regina, fundada en 1930 y uno de los locales emblemáticos del afilado en Andalucía

 

"El 90% de los cuchilleros del mundo

han salido de la provincia de Ourense"

 

Cuchillería Regina es un icono y un símbolo de tradición en Sevilla. Fue fundada en 1930 por Antonio Álvarez López, originario de Sas de Penelas (municipio de Castro Caldelas, Ourense) e integrante de una saga familiar de grandes artesanos del afilado. Él se afincó en Sevilla, su hermano Perfecto en Córdoba y otro hermano suyo, Rodrigo, en Barcelona. La segunda generación de Regina estuvo representada durante 44 años por José Manuel Basalo Fernández, yerno del fundador y vecino de Souto de Rozabales (municipio de Manzaneda, Ourense). La popularidad de la empresa no se limitó a Sevilla, ni a Andalucía. Durante décadas, los pedidos llegaban desde cualquier punto de la geografía nacional, y en especial desde Madrid, Barcelona, Alicante, Pamplona, San Sebastián, Oviedo... En el arte de esta cuchillería ourensana de Sevilla ha confiado la élite del sector cárnico, desde Sánchez Romero Carvajal (referente de Jabugo) hasta Coren y grupo Sada; conocidos restaurantes y cadenas de hoteles; el sector de la moda; hospitales (afilado de todo tipo de instrumental quirúrgico de corte, como bisturíes y tijeras de cirugía); y hasta los propios fabricantes de cuchillos, como el grupo Arcos, que enviaba a testar sus nuevos productos antes del lanzamiento comercial. Y a nivel particular, vio desfilar entre su clientela a duques, condes, toreros, artistas, intelectuales...

 Texto: Javier de Francisco ©

 

En los años 20 y 30 del siglo pasado, la provincia de Ourense asistió a un cambio drástico en el oficio que aportó identidad y universalidad a esta querida tierra del interior de Galicia. Las habituales estancias de temporada -después de la cosecha del verano- en Castilla, en el norte de España y en Portugal para ejercer la profesión de afilador de forma errante, dejó paso a otro tipo de percepción del negocio. La demanda y el reconocimiento exterior de los artesanos ourensanos del acero les impulsó a apostar por establecerse en las principales ciudades del país, de norte a sur y de oeste a este: Madrid, Cataluña, Asturias, Cantabria, País Vasco, Castilla-León, Castilla-La Mancha, Valencia, Extremadura, Andalucía...

Y uno de los grandes focos de salida de afiladores de prestigio fue el municipio de Castro Caldelas. Desde allí partieron en los años veinte los hermanos Álvarez López, de Sas de Penelas, con la idea de establecerse en tres urbes con fuerte potencial para ejercer el oficio. Rodrigo abrió su propia cuchillería en Barcelona, Perfecto en Córdoba y Antonio en Sevilla. Solo en la capital andaluza llegaron a fundar negocio cuatro artesanos ourensanos.

El local abierto por Antonio Álvarez López en Sevilla continúa muy vivo, 86 años después de la inauguración. La cuchillería tomó el nombre de la emblemática calle, Regina, en la que ha permanecido desde 1930. En todo este tiempo ha mantenido una media de cuatro o cinco empleados. A pesar de la cuesta abajo de las profesiones artesanales, hoy en día aún genera tres empleos en la tienda.

En su época de mayor expansión comercial, la empresa familiar se desdobló con la apertura de una segunda cuchillería en el barrio de Nervión. Incorporó además una sección de ferretería y permaneció operativa hasta 1998.

El listado de clientes del local principal incluye nombres tan conocidos como los de Inditex y El Corte Inglés en el sector textil, Sánchez Romero Carvajal en la denominación Jabugo, Coren y la multinacional holandesa Sada en la industria cárnica... Pero también los de prestigiosas sastrerías de Sevilla y de otras ciudades andaluzas, de carnicerías y pescaderías de toda la región, de hospitales y clínicas, de grandes cadenas de hoteles, de locales de restauración y hostelería, de los mayores mataderos de cerdo ibérico, de peluquerías, de clínicas veterinarias...

 

  

José Manuel Basalo, yerno del propietario y encargado de Cuchillería Regina durante 44 años, hasta su reciente jubilación, señala que “tanto en la cuchillería doméstica como en la profesional nuestro nombre se dio a conocer en toda España. Hemos sido proveedores de importantes mataderos, de la élite de la industria cárnica y de grupos de hoteles, y hemos trabajado mucho para la Sanidad, afilando instrumental quirúrgico de corte, y también para la sastrería y modistería. Los clientes procedían de numerosas zonas del país, como Madrid, Barcelona, Alicante, Pamplona, San Sebastián y un largo etcétera. Y trabajamos con los mejores fabricantes de Alemania, Francia, Reino Unido y España, en este caso con productos de alto prestigio como las tijeras Tres Claveles, de Logroño, o la firma Arcos, de Albacete”, explica el continuador del local sevillano.

Para reafirmar el nivel y la confianza logrados en estas nueve décadas de actividad, José Manuel Basalo resalta que el propio fabricante de cuchillos Arcos Hermanos, uno de los referentes del sector en España -data del año 1745-, recurrió a la experiencia y al oficio de Regina como banco de pruebas: “Llevamos mucho tiempo asesorando a los fabricantes. Casi todos los prototipos de Arcos pasaban antes por nosotros para que les diésemos nuestro veredicto o para hacer rectificaciones. Siempre hemos sido unos estudiosos del acero y yo suelo decir que nuestro trabajo es en realidad una ingeniería técnica del acero”.

Relevo ourensano

Desde hace dos años, el local vive una nueva etapa bajo la administración y gestión de otra familia ourensana con raíces en la profesión. Basalo Fernández reconoce que el traspaso fue complicado, por la dificultad de encontrar en Andalucía artesanos de nueva generación: “No buscábamos un cambio de propiedad sin más. Queríamos darle continuidad a 85 años de trabajo y de tradición. Al final conseguimos que otra familia ourensana se quedara con el negocio, para lo que tuvieron que cambiar de ciudad, porque tenían su propia Cuchillería, Eliseo Fermiñán, en León. Ahora llevan dos años en Sevilla y el resultado ha sido muy satisfactorio para todos. La saga familiar de los Fermiñán, que emigraron desde Rabal, en Castro Caldelas, está asentada en León, Burgos, Lérida y Barcelona”, detalla.

 

 

Al recordar los numerosos representantes del afilado artesano que dio la comarca de Terra de Caldelas, y también otras zonas de la provincia, como Maceda, Trives, Esgos, Nogueira de Ramuin y, en general, todo el eje Manzaneda-Ourense, José Manuel Basalo concuye que “más del 90% de los cuchilleros del mundo han salido de esta provincia y gracias a su enorme trabajo se han dado a conocer dentro y fuera de España”. Sin embargo, para perdurar en el tiempo, en los últimos años Regina ha necesitado nutrirse de trabajadores formados en las “escuelas” de acero de Andalucía y Extremadura.

A pesar de la distancia, la familia Basalo Álvarez nunca ha perdido la conexión con Ourense. Y por partida doble. En Sevilla como miembros activos y directivos del Lar Gallego, la institución que José Manuel Basalo define como “la embajada de Galicia en Andalucía”, capaz de atraer, de reunir y de hacer pasar momentos inolvidables a los líderes políticos de ambas comunidades. Y en su localidad de origen, Manzaneda, disfrutando -hoy más que nunca, debido a la jubilación- de la casa familiar reformada en el año 2000.

En atención a los lectores de esta web, José Manuel Basalo resume, con algunos de sus mejores recuerdos y vivencias, los 86 años de historia de Cuchillería Regina:

 


 

HISTORIA DE LA SAGA FAMILIAR ÁLVAREZ LÓPEZ

 

Decía Castelao, con su fina ironía que, “el gallego no protesta; emigra”……..Fieles a la consigna, a principios del pasado siglo se produce el éxodo de muchos jóvenes en busca de un futuro mejor, lejos de la aldea que les vio nacer. Las tierras de Caldelas fueron generosas y prolíferas en personajes emprendedores. Tocados por la magia del arte del afilado, cientos de paisanos se prodigaron por toda la geografía española y emigraron a los cinco continentes con su peculiar y fornida máquina: “a roda.”

 

Por capricho del azar, surgen los destinos de un modo casual y espontáneo. Desde Sas de Penelas (Ourense) llegan a Sevilla los hermanos Álvarez López. Perfecto, Antonio y Rodrigo, allá por la década de los años veinte. Superada la etapa nómada, deciden instalarse en un local estable y montar su propio taller mecánico, con los medios técnicos más avanzados en la época. Corrían los años de gracia de 1930 y en la

calle Regina, nº 4, de Sevilla, acababa de nacer “Cuchillería Regina”.

 

Una vez encauzados los primeros pasos, Perfecto se traslada a Córdoba, y unos años después, Rodrigo a Barcelona, quedando al frente de “Regina”, Antonio Álvarez, para mejorar el potencial de la estructura familiar.

 

Los inicios de la actividad giran en torno al taller de afilado exclusivamente. Luego, se van ampliando de un modo progresivo las facetas comerciales, incorporando todo tipo de cuchillería profesional y afines, con lo cual el negocio crece considerablemente. Desde la fecha de nuestra fundación, “Cuchillería Regina” se propuso como objetivo básico la búsqueda incuestionable de la calidad y ofrecer siempre el mejor servicio a nuestros clientes.

 

Pionera en el ámbito profesional, investigamos en estrecha colaboración con los mejores fabricantes del sector metalúrgico, marcando pautas de permanente reciclaje ante el inexorable avance de la técnica industrial. Nuestro proyecto va orientado a la máxima especialización del acero de corte, abarcando todas las aplicaciones profesionales: mataderos, alimentación, hostelería, sanitario, veterinaria, peluquerías y doméstico. Además, nuestra oferta se complementa con maquinaria industrial eléctrica, tal como sierras, cortadoras de fiambres, picadoras de carne, esquiladoras de animales y alta peluquería de señora y caballero.

 

Nuestro servicio técnico de postventa asegura el óptimo rendimiento de los productos y la mejor rentabilidad para nuestros clientes.

 

Los 86 años de nuestra historia van marcando un proceso evolutivo en función de las necesidades puntuales de mercado. Los primeros pasos de la actividad se centran en el taller de afilado de herramientas de todo tipo, incluido instrumental quirúrgico y navajas de afeitar, como tema destacado del ámbito profesional. Pronto se acometerán nuevos retos, tales como la fabricación de cuchillos profesionales para carniceros y pescaderos, industria corchera, navajas de bolsillo y uso doméstico.

 

Dadas las carencias de la época, el sistema de fabricación es pura artesanía. La materia prima, en principio, se abastecía de hojas de sierra largas y se cortaban con cizallas manuales, conforme a modelos predeterminados. Pronto se van incorporando proveedores industriales que suministraban los laminados de acero ferrítico al carbono, ya templados, y una amplia gama de espesores para herramientas especiales. Otros complementos y fornituras, así como los mangos de madera, se encargaban a torneros especializados.

 

Los diseños de aquella antigua cuchillería se hacían según el criterio del cliente; era un trabajo “a medida” que cada cuchillero lo mantenía en exclusiva. En la actualidad, se siguen comercializando con gran aceptación, pero con nuevos aceros inoxidables martensíticos (aleaciones de hierro y cromo con mayor contenido de carbono que los ferríticos), y procesados por modernas fábricas de cuchillería.

 

 

 

 

Un recuerdo especial para las personas que, a lo largo del tiempo, formaron parte de nuestro equipo: Dámaso Pujol Rodríguez, José Pujol Rodríguez y Manuel Martínez Saavedra. Excelentes profesionales y mejores personas. Ingresaron a edad temprana en su puesto de trabajo y se jubilaron al término de su actividad laboral, con ejemplar trayectoria.

 

En el año 1972, se inicia una segunda etapa de expansión. La apertura de una nueva sucursal, cuchillería y ferretería, en la zona de Nervión, obliga a una remodelación del personal familiar. Antonio Alvarez y sus tres hijas, María Luisa, Nieves e Isabel, se van turnando en la dirección y cuidados de la nueva tienda, manteniéndose activa con buenas expectativas durante más de 25 años. En consecuencia, Jose Manuel Basalo Fernández, un servidor, marido de Nieves, se tiene que hacer cargo de la dirección de “Cuchillería Regina”, asumiendo la gran responsabilidad de una trayectoria avalada por los grandes retos de su historial.

 

Se acometen importantes reformas del local, modernizando instalaciones y nuevas técnicas de taller. La proyección comercial que demandan los nuevos tiempos aconseja viajar por toda la región sur, con el fin de incrementar la lista de clientes de gremios profesionales: mataderos, salas de despiece, división veterinaria y sanitaria, son objetivos cumplidos con pleno éxito, no solo en Andalucía, sino a nivel nacional.

 

Así transcurren 44 años de intensa vorágine y llega la hora de jubilarse, con la satisfacción del deber cumplido. Termina la segunda generación, con sus méritos reconocidos. Pero “Cuchillería Regina” tiene que seguir hasta los 100 años o más.

 

Para conseguir la nueva meta, contamos con las personas idóneas y de excelente preparación profesional: Eliseo Fermiñán y su esposa Rosalía serán la mejor garantía de un prometedor futuro. La tercera generación ya está en marcha. ¡Qué Dios reparta suerte!

 

No quisiera terminar esta breve historia sin agradecer a nuestra distinguida clientela la fidelidad de más de 85 años de existencia. Gentes de toda condición social, de Andalucía y de buena parte de España: duques, condes, artistas, toreros, intelectuales y bohemios, turistas y amas de casa... amigos, en definitiva. A todos ellos, GRACIAS.

 

Cuchillería Regina y su logotipo, es una marca registrada en la CE. El autor de “El Mundo de los Cuchillos”, Jean Nöel Mouret, hace singular mención en su libro sobre la importancia de nuestra firma.

 

Con nuestro agradecimiento y afecto

 

 

J. M. Basalo Fernández

Financiado por la Unión Europea, NextGenerationEU
Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia